Capítulo 83
Se Volvió Loco Tras Mi Muerte ( Violeta and Maurino )
Capitulo 83
El chico dejó de cortar las hierbas y se quedó quieto por un momento antes de explicar: Mi madre volvió del hospital, no encontraron un nuevo riñón para ella y seguir ahà solo era gastar dinero. El doctor sugirió tratamiento paliativo.â
¿Asà que en eso habÃa estado ocupado esos dÃas?
No era de extrañar que cada vez que se cruzaba con Adrián en la calle, se le veÃa tan
abatido.
Violeta trató de animarlo: âNo te preocupes, a tu mamá seguro le va a ir bien. La gente buena siempre encuentra su camino, ¿quién sabe? Quizás se recupere pronto.â
Ãl no quiso seguir hablando del tema y se dio la vuelta para recoger las hierbas que habÃa dividido en porciones.
Fue entonces cuando Violeta se dio cuenta de que tal vez habÃa dicho algo inapropiado.
La madre de Adrián terminó recibiendo un trasplante de riñón y sobrevivió a la grave enfermedad, asà que deberÃa estar bien.
Violeta sabia que eso sucederÃa, pero no podia hablar de ello, ni mucho menos intervenir. Si algo cambiaba debido a su interferencia serÃa terrible. Aunque Violeta tuviera conocimientos de su vida pasada, nadie podÃa evitar que las cosas cambiaran por su
causa.
Mientras Adrián se ocupaba de las hierbas, ella le seguÃa a todos lados, ¿dónde iba él, allá estaba ella, no?
Con un bol de medicina en las manos, Adrián dio la vuelta inesperadamente y casi chocal con la persona que lo seguÃa. âNo tenemos tele en casa, pero puedes ir a mi cuarto y escoger algunos libros que te gusten, siéntate a leer un rato.â
Violeta negó con la cabeza. âEs raro tener un fin de semana libre, no quiero leer.â
âTen cuidado de no tropezarte.â
âEstá bien.â
El tiempo pasó y cuando la sesión estaba a punto de finalizar, Lucrecia estaba cansada, pero era una fatiga gratificante, algo que la hacÃa sentir feliz.
La asistente de maquillaje le pasó su teléfono. âSrta. Salazar, tiene una llamada.â
Lucrecia, sentada frente al tocador y preparándose para cambiarse, contestó la llamada. âSÃ, mamá, la sesión está por terminar.â
â¿Vendrás a casa a comer?â
16:33
Tengo que preguntarle a Mauri, probablemente se pasará después de que termine la sesión, no tiene otros planes.â
Después de un breve intercambio, Lucrecia se levantó del tocador y salió al hall donde esperaban para seguir con las tomas. Allà vio a Maurino, con un aire frÃo y distante, su expresión no era la mejor.
Lucrecia se acercó. âMauri, ¿qué pasa? ¿Sucedió algo?
Mamá acaba de llamar pidiendo que vayamos a cenar. Si te preocupa Violeta, puede venir con nosotros. Será una buena oportunidad para que conozca a nuevos amigos.â
Ernesto intervino. âLa Srta. Violeta se fue y no ha vuelto, ahora sù teléfono está fuera de
servicio.â
Lucrecia consternada, bajó la cabeza como si hubiera cometido un error. âTodo es culpa mÃa, olvidé que Violeta tiene sentimientos especiales por ti.â
¿Sentimientos especiales?
Todos sabÃan a qué se referÃa.
Violeta estaba enamorada de Maurino, no era un cariño fraternal, sino un amor de pareja. La última vez que Violeta intentó suicidarse, fue porque Maurino iba a comprometerse con Lucrecia y eso habÃa provocado todo un drama..
Lucrecia sabÃa cuánto le importaba a Maurino su hermana adoptiva.
âNo debi haberle dicho a Violeta sobre nuestra sesión de fotos de compromiso esta mañana. Quizás si no lo hubiera hecho, ella no se habrÃa sentido herida y no habrÃa
huido.
Mauri, quizás deberÃamos detener la sesión. Lo más importante es encontrar a Violeta, no queremos que le pase algo malo.â
Maurino, con un destello frio en sus ojos, replicó con firmeza: âTiene que enfrentarse a esto tarde o temprano, no tienes la culpa.
Continuemos con la sesión.â
Ernesto asintió: âVoy a buscar a la Srta. Violeta.â
Maurino cortó esa idea de raÃz: âNadie debe ir a buscarla. Si pasa algo, que ella asuma las
consecuencias.â
Ernesto asintió con respeto: âComo usted diga, Sr. Paz.â
Violeta habÃa disfrutado de las moras que recogió del árbol en casa de Adrián, trepando y haiando de las ramas. Después de jugar y anotarse terminó durmiendo en la cama de