Capítulo 80
Se Volvió Loco Tras Mi Muerte ( Violeta and Maurino )
Capitulo 80
Ella tomó la sopa que le pasó Adrián, quien se levantó Inmediatamente, âCome tú primero.
Valentina estaba al lado, invisible y olvidada.
Violeta lo observó servirse un poco de atole de maÃz del calentador y entrar a una habitación oscura, cerrando la puerta detrás de él.
âCome antes de que se enfrÃe y pierda sabor.â Nerviosa, Valentina intentó indagar, â¿Adrián y tú están saliendo?â
Violeta dijo a propósito, âLo estoy persiguiendo.â
Un âclinkâ se escuchó cuando Valentina soltó sus cubiertos; los recogió rápidamente y los limpió con una servilleta, âÃl te persiguió mucho antes, serÃa raro que no quisiera salir contigo, pero pienso que el noviazgo puede distraerte de los estudios y eso no serÃa bueno para tu futuro.â
Violeta replicó, âEso no es asunto tuyo, mejor sigue comiendo.â
Valentina mordió su labio en secreto, frustrada. No era tan bonita como Violeta, su piel no era tan clara ni su figura tan delgada. De hecho, el vestido blanco que llevaba, lo habÃa comprado en el mercado después de ver a Violeta con uno similar, pero en ella se veÃa
demasiado voluminoso.
No podia competir con Violeta en apariencia o en calificaciones.
Era sólo una huérfana, ¿por qué entonces la gente era tan amable con ella?
âEntonces come más, imagino que no es fácil estar sola. Si no te molesta, puedes venir a comer aquà todos los dÃas.â
Violeta comia lentamente su arroz y dijo con indiferencia, â¿Esta es tu casa?â
Valentina se quedó desconcertada por un momento, â¿Ah?â
Ella continuó: âAdrián dijo que puedo venir cuando quiera, incluso tengo una llave de repuesto de la casa, asà que no necesitas decirme estas cosas.
Valentina, esa broma que me dijiste la última vez, jespero que no fuera en serio!â
La chica aún confundida preguntó, â¿Qué, qué broma?â
Violeta dejó su plato y levantó la mirada, âDijiste que si yo no salÃa con Adrián, tú lo harias. ¿También te gusta Adrián?â
El rostro de Valentina se descompuso y respondió rápidamente, â¿Cómo podrÃa? Yo no soy como tú, mis padres no permiten que tenga novio a esta edad, ¡me matarÃan si se
enteran!â
Si, claro. Yo soy una huérfana, nadie me controla y puedo hacer lo que quiera.
Estar con Valentina realmente no tenÃa ningún sabor para Violeta.
En su vida pasada, la habÃa considerado su única buena amiga y se sintió mal por un tiempo cuando no fueron aceptadas en la misma universidad.
Ahora, al pensar en ello, su amistad con Valentina no parecÃa tan simple.
Begoña, alimentada por su hijo con atole, escuchó la conversación afuera y preguntó con debilidad, â¿Tenemos visitas?â
Adrián asintió, âSÃ.â
Begoña sonrió: âDebe ser esa chica que te gusta.â
Adrián asintió sin negarlo, âEs que ella está fuera de mi liga, su hermano es muy exitoso.â
Su madre respondió: âSu hermano será exitoso, pero mi hijo tampoco se queda atrás. TodavÃa eres joven y tienes un largo camino por delante. Quién sabe, tal vez superarás a su hermano algún dÃa. Sólo si te esfuerzas y te conviertes en alguien mejor, podrás tener la confianza para gustar de una chica asÃ.â
Begoña conocÃa el carácter de su hijo, era persistente y obstinado, lo que le gustaba, le gustaba por siempre.
âYa estoy llena, puedes irte, también estoy cansada.â
Adrián dejó la cuchara, âEstá bien,â se levantó con el plato y cerró la puerta tras de sÃ.
En el patio, Valentina limpiaba los platos y Violeta, con una mirada pensativa, atendÃa una llamada.
Del otro lado del teléfono, una voz masculina preguntaba, â¿Dónde estás?â