Capítulo 153
Se Volvió Loco Tras Mi Muerte ( Violeta and Maurino )
CapÃtulo 153
El abuelo de Lucrecia, era un lÃder de la cultura literaria, con una palabra podÃa mover montañas en el mundo literario. Aunque los Salazar no eran tan influyentes como los Paz, estos últimos sabian cómo utilizar a los Salazar para mantener su posición en el ámbito cultural.
Lucrecia fue elegida personalmente por Noa, con una mirada meticulosa y calculadora.
Además, Maurino tenÃa sus propias ambiciones.
Los Paz, con más cien años de legado, tenÃan contactos que iban desde el mundo de los negocios hasta cada esfera del poder.
Estaban en todo.
Si no, ¿cómo explicar que los Paz pudieran mandar en la capital, con Maurino como único heredero, ostentando mucho más poder del que todos imaginaban?
Incluso si algún dÃa los Paz se vieran sin salida, los contactos de Isaac Paz serÃan suficientes para hacer resurgir a Maurino.
Tratar de enfrentarse a los Paz era como intentar mover un árbol con el soplo de un insecto, una locura.
Maurino podÃa ignorar a los Salazar, pero no iba a desentenderse de Lucrecia.
Después de dejar a Violeta en la escuela, el hombre condujo hacia Aguamar.
Probablemente estarÃa allà un par de semanas.
No insistió más en el asunto de las clases extraescolares.
Al bajar del coche, Violeta notó que Maurino volvÃa a tener dolor de cabeza, seguramente porque no habÃa descansado bien la noche anterior.
Después de todo, fue su culpa; ella dependÃa demasiado de Maurino, siempre corrÃa a él cada vez que se sentÃa mal, pero las advertencias de Laura aún resonaban en sus oÃdos.
SerÃa mejor mantener cierta distancia con Maurino en el futuro.
Después de dos clases por la tarde, para la última de educación fÃsica, Violeta se cambió a su ropa deportiva en el vestuario y una chica alta con una cola de caballo se acercó sonriendo dulcemente, mostrando sus hoyuelos, â¡Hola, Violeta!â
â
Mientras ella se ataba los zapatos, sintió una palmada en el hombro y al girarse, su mirada fue directamente atraÃda por el prominente pecho de la joven, grande y bien formado.
â¿Nos conocemos?â preguntó con la cautela que siempre tenÃa hacia los extraños.
âMe llamo Julia, soy estudiante especializada en danza artÃstica. Tu hermano vino a traerte hoy, ¿verdad? La próxima semana es mi cumpleaños, ¿te gustarÃa venir?â
Ella declinó cortésmente, âLo siento, estoy ocupada.â
PreferÃa estar sola; sabÃa que la chica se le acercaba con segundas intenciones al mencionar a
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Capitulo 153
Maurino.
Violeta guardó su mochila en el armario, lo cerró con llave y salió del vestuario.
Después de correr cuatro vueltas y hacer los ejercicios de calentamiento, le dieron la libertad de irse.
Escondida en el almacén de equipos, le envió mensajes de texto a Adrián.
Violeta preguntó: [Adrián, ¿estás ocupado?]
La respuesta fue inmediata: (SÃ, ocupado.]
Ella respondió fingiendo estar molesta, respondió: [Ah, bueno, entonces no te molesto más.]
Esperó casi diez minutos por una respuesta que nunca llegó.
En cambio, su teléfono mostraba una noticia sensacionalista sobre Maurino.
âEl presidente del Grupo Paz, pasó la noche en un lujoso apartamento, ¿infidelidad?â
Violeta agrandó la foto tomada por los paparazzi y reconoció el complejo residencial, era donde vivÃa Dana.
Frunciendo el ceño, se preguntó si Maurino habÃa ido a ver a Dana esa noche.
Si la familia Paz se enteraba de esto, Violeta no se atrevÃa ni a pensar en lo terrible que serÃa el destino de Dana.
En su vida pasada Dana la habÃa ayudado.
Violeta apretó su celular con fuerza, sumida en un mar de dudas. HabÃa dicho que no se involucrarÃa más en los asuntos de la familia Paz.
Cuando faltaban solo quince minutos para que terminara la clase, echó un vistazo a su celular sin recibir ninguna respuesta de Adrián.
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