Chapter Capítulo 242
La mamá de mi hijo será mi mujer
CapÃtulo 242 Sin embargo, al ver que los dos discutÃan con entusiasmo y comÃan normalmente, reprimió sus regañones y continuó cuidando a Gregory .
âSeñorita Tessa, usted también deberÃa comer. No te he visto en varios dÃas, pero ya has perdido peso.
Gregory miró el rostro delgado de Tessa, luciendo un poco angustiado.
Tessa asintió.
Después de la comida, Timothy llevó a Nicholas a la sala de estar para continuar discutiendo su plan.
Al verlos asÃ, Tessa estaba un poco indefensa.
A sus ojos, nada podÃa compararse con el trabajo.
Pero, al final, no pudo decir nada. Mientras pudieran cuidar de sà mismos y trabajar duro, no serÃa bueno que ella los interrumpiera.
Se dio la vuelta y volvió a la cocina para lavar y cortar algunas frutas para ellos.
ES Dejando la bandeja de frutas en la mesa de café, Tessa regresó directamente a su habitación sin decir mucho. Estaban hablando de trabajo y ella no entendÃa de qué estaban hablando, asà que no tenÃa sentido quedarse.
No mucho después de que ella entrara a la habitación, llamaron a la puerta de la habitación.
Tan pronto como Tessa abrió la puerta, vio a Gregory parado torpemente en la puerta. Cuando se abrió la puerta, el pequeño levantó la cabeza y la miró expectante.
Cuando vio cuán cauteloso estaba siendo Gregory, Tessa dejó escapar un suspiro para sus adentros, luego su voz se suavizó un poco cuando preguntó: â¿Qué pasa?â
Gregory dijo: â¿Puedo quedarme aquà con usted, señorita Tessa? No entiendo de qué están hablando papá y el Sr. Timothy. Es muy aburrido.â
Tessa entendió cómo se sentÃa, asà que asintió y llevó a Gregory a su habitación.
En el momento en que entró en la habitación de Tessa, Gregory sonrió.
No habÃa estado en la habitación de Tessa en muchos dÃas, pero estaba fragante como siempre y su olor estaba en todas partes.
Tessa estaba un poco preocupada por la repentina aparición de Gregory.
¿Qué podÃan hacer en la habitación? No podÃan simplemente mirarse el uno al otro y reÃrse.
Ella preguntó: â¿Qué quieres hacer?â
Toque el violÃn, señorita Tessa. Quiero tocar el violÃn. No me has enseñado durante mucho tiempo, asà que he retrocedidoâ. Los ojos de Gregory se iluminaron en un instante mientras miraba a Tessa con esperanza.
Lo pensó y pensó que tocar el violÃn requerÃa perseverancia, asà que fue a buscar dos violines para darle un poco de orientación a Gregory.
Tomando el violÃn, Tessa se lo demostró.
La pieza que eligió para tocar hoy exhibió el lado más suave y melodioso del violÃn, y la música se extendió por todos los rincones del departamento.
Las tres personas en la sala estaban charlando cuando de repente escucharon el sonido de un violÃn. Todos tenÃan un entendimiento tácito y se callaron de repente.
Al final de la canción, Henry sonrió y dijo: âTessa toca muy bien el violÃn. Nunca me cansaré de escucharla tocarâ.
Timothy sonrió y no dijo nada, pero sus ojos estaban llenos de orgullo.
Nicholas tampoco habló, pero cuando miró en dirección a la habitación de Tessa, sus ojos eran amables. HacÃa mucho tiempo que no la escuchaba tocar el violÃn, y ahora que lo volvÃa a escuchar, se dio cuenta de que lo extrañaba bastante.
Sin embargo, los tres rápidamente retiraron sus emociones. El sonido del violÃn era agradable, pero todavÃa tenÃan que discutir el proyecto.
El tiempo pasó rápidamente, y en un abrir y cerrar de ojos, ya eran más de las 10:00 p.m.
Cansado de tocar el violÃn, Gregory no pudo evitar bostezar, con los ojos brillantes. âSeñorita Tessa, tengo un poco de sueño. Quiero dormir.â
Tessa salió de la habitación y miró a las tres personas en la sala de estar.
No parecÃan detenerse pronto, asà que Tessa suspiró impotente y regresó a la habitación.
ParecÃa que no iban a parar por un rato más, y Gregory ya tenÃa sueño, asà que no podÃa simplemente interrumpirlos y pedirle a Nicholas que lo trajera de regreso.
Vamos a lavarte. Puedes dormir aquà primeroâ, dijo Tessa en voz baja.
Gregory asintió obedientemente. âDe acuerdo.â
Tessa lo ayudó a bañarse, luego lo ayudó a cambiarse de ropa antes de llevarlo de regreso a su habitación.
Gregory tenÃa tanto sueño que ni siquiera podÃa abrir los ojos, pero aun asà tiró de la manga de Tessa. âSeñorita Tessa, cuando me despierte, todavÃa estaré aquÃ, ¿verdad?â
Cuando Tessa escuchó esto, su mano, que estaba acariciando su espalda, se detuvo abruptamente y sus emociones se complicaron. Si estaba siendo honesta, no sabÃa si querÃa que él se quedara.