Niña en sus ojos Reina en su tierra Capítulo 29
Niña en sus ojos Reina en su tierra (Jazmín) novela completa
CapÃtulo 29
âVoy a exponer su verdadera cara en el
grupo de la escuela para que todos vean
de qué está hecha.â
Una chica dijo esto y sacó su celular.
â¿No será mucho?â Greta parpadeó, como
si le diera lástima, âElla no ha hecho nada
tan terrible, hablar de ella en el grupo, ¿no
es ir demasiado lejos?â
â;Greta, eres demasiado buena! No es
suficiente con que haya manipulado a tus
padres para que la adopten, ahora también
quiere robarse tu protagonismo! ¡No tienes
que ser blanda con alguien asÃ!â
âPero.â A Greta le tembló sus pestañas y
murmuró con los labios apretados, âElla es
mi hermana después de todo.â
âiQué hermana ni qué nada?â exclamaron
sus amigas indignadas. âGreta, tú eres la
heredera de una familia distinguida, y ella
no es más que una rústica ignorante de un
rincón olvidado. ¡EstarÃa mejor sirviéndote
y lavándote los pies! No te preocupes por
esto, nosotras nos encargaremos.â
â¿Esa campesina quiere competir por ser la
reina del campus? (Ni que pudiera!â
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Capitulo 29
Greta bajó la mirada, una sonrisa satisfecha
cruzó sus ojos, se mordió el labio y no dijo
más.
Gabriel salió furioso de la oficina, sintiendo
una opresión en el pecho como si le hacÃa
falta aire. Bajó las escaleras buscando algo
de frescura.
Al llegar al primer piso, vio una figura
familiar a lo lejos. Se acercó rápidamente,
sorprendido al ver al anciano que todavÃa
parecÃa un poco pálido: âProfesor, ¿qué
hace usted aquà en el colegio?â
Era el director del Colegio Paxsi, el Sr.
Mondes.
El Sr. Mondes tenÃa aspecto de recién
recuperado de una enfermedad grave, se
veÃa mejor, pero aún algo demacrado.
Viendo a su estudiante preocupado, sonrió
con elegancia y dijo: âMejoré y no queria
quedarme en casa todo el dÃa, asà que
decidà venir a la escuela a dar una vuelta.
Me gusta el bullicio de la escuela.â
Luego, levantó la vista hacia Gabriel y
preguntó como de costumbre:âTodo bien
en la escuelaúltimamente?â
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CapÃtulo 29
âTodo está bastante bien.â
El Sr. Mondes habÃa sido el mentor
universitario de Gabriel, y ahora ambos
trabajaban en la misma institución.
Uno como director y el otro como
subdirector.
Gabriel respetaba mucho a su mentor, y esa
era la razón por la cual se habÃa enojado
tanto cuando JazmÃn se habÃa dirigido al
Sr. Mondes por su nombre.
âNo tengo de qué preocuparme contigo
aquÃâ dijo el Sr. Mondes, dándole una
palmada en el hombro a su orgulloso
discÃpulo.
En ese momento, el teléfono del Sr. Mondes
sonó.
Después de contestar y colgar, se rio y
suspiró: âEs mi esposa. Apenas he salido y
ya está preocupada.Quiere que vuelva a
casa.â
âEntonces, profe, le llevaré de vuelta,â dijo
Gabriel, también preocupado por el Sr.
Mondes.
El Sr. Mondes no se negó.
VivÃa cerca deta.escuela, a menos de diez
minutos en carro.
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Capitulo 29
Ambos se dirigieron al estacionamiento,
charlando de cosas cotidianas
âViejito!â De repente, detrás de ellos sonó
una voz clara y limpia. Al oir esa voz, y
luego el familiar llamado âViejitoâ, Gabriel
sintió su cabeza zumbando, su cabeza giró,
molesto y enojado.
La persona que estaba parada a lo lejos era
esa estudiante maleducada. Gabriel frunció
el ceño aún más.
Estaba a punto de reprender cuando de
repente escuchó a su lado la voz de su
profesor, llena de sorpresa: âSrta. JazmÃn,
¿qué haces aquÃ?â
Gabriel: â??â
estudiante nueva?
¿Qué acababa de llamar su profesor a esa
No podÃa ser que sus oÃdos le estuvieran
jugando una mala pasada.
JazmÃn estaba parada con las manos en los
bolsillos al lado de un jardÃn, con una
postura relajada y desenfadada, saludando
con la mano al Sr. Mondes que no estaba
lejos.
El Sr. Mondes, que habÃa estado
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Capitulo 29
recuperándose de una enfermedad grave y
todavÃa lucÃa demacrado, caminaba
lentamente un segundo atrás, pero tan
pronto como JazmÃn le hizo una sefñal,
parecÃa haber tomado una pÃldora
revitalizante y corrió vigorosamente hacia
ella.