Chapter 99
Resistiendo al amor de Mi Ex-Marido
CapÃtulo 99 Pedro miró a Bella, que parecÃa distante, como si aún estuviera molesta por lo sucedido antes.
-Más tarde le pediré a Miguel que investigue sus empresas y las haga salir de esta industria. Asà no tendrás que enfrentarte a ellas de nuevo, dijo Pedro.
-No te preocupes por eso. No quiero que piensen que no tengo habilidades y que solo sé aprovechade mi posición, -respondió Bella.
Pedro sintió que estas palabras le sonaban familiares.
Recordó que él mismo habÃa hecho un comentasimilar sobre Bella. ¿Se estaba enojando con él? Pedro apretó los labios y cambió de tema: -¿Por qué trajiste a la Sra. Clara de Caza a este evento? -¿Por qué no puedo traerla? -respondió Bella.
-No es culpa de Clara lo que sucedió. Ella ha soportado la traición de su esposo y ha asumido valientemente el liderazgo en Caza. ¿Qué hay de malo en querer ayudarla? -argumentó Bella. Pedro miró a Bella. -¿No tienes otro motivo? Bella llevaba hoy tacones a juego con su vestido, acortando un poco su estatura con Pedro. Si levantaba un poco la cabeza, podÃa encontrarse con su mirada. -No te preocupes, incluso si lo tuviera, no perjudicarÃa los intereses de los Romero, -respondió Bella.
La noche continuó con el discurso del portavoz de los Romero y una breve intervención de Pedro.
Luego, comenzaron las comidas y los bailes.
Pedro y Bella fueron los primeros en bailar juntos.
Anna los observó en silencio, viendo la mano de Pedro descansar en la delgada cintura de Bella mientras se movÃan con gracia por la pista de baile.
Pensó en cómo Pedro la habÃa confrontado por las fotos esta mañana.
Anna sonrió levemente. No permitirÃa que las cosas se salieran de control.
Después de un tiempo, aceptó una invitación a bailar de un hombre.
Mientras tanto, Bella intentaba quitarse la mano de Pedro de su cintura.
Aunque el baile de salón implicaba cierta cercanÃa, Bella sentÃa que Pedro la abrazaba demasiado fuerte.
La palma de la mano de Pedro estaba presionando contra su cintura, haciéndola usar fuerza para mantener cierta distancia.
Pero si se descuidaba, terminaba rozándose contra él.
-¿Quieres intentar resistirte un poco más? Aunque Bella aún no habÃa expresado objeción +15 BONUS alguna, la voz baja de Pedro se hizo presente antes que nada. Si estás tratando de seducirme, deberÃas elegir el momento adecuado.
La cintura de Bella en sus manos era suave y delicada, y su fragancia única se filtraba ocasionalmentelen su nariz Ella se movia inquieta, lo sunaria que resultaba ser una tortura para Pedro. Bella mostró una expresión de confusión. -Suéltame, ya no quiero bailar, anunció. Pedro aún la abrazaba. -Tenemos que terminar la danza. Es tu deber como esposa.
Bella replicó: -Entonces, quita tu mano de mi cintura.
Pedro contuvo el seco en su garganta. -¿Qué tiene de malo esta posición? ¿Acaso el baile entre esposos necesita mantener cierta distancia de caballerosidad? Bella respondió: -Quizás otras parejas no lo necesitan, pero nosotros estamos a punto de divorciarnos. SerÃa mejor mantener una distancia.
Y añadió: -Además, deja de espiarme, no coincide con tu imagen de hombre reservado.
Al saber que Bella se referÃa al incidente de esta tarde, cuando la confrontó por mirarla mientras se cambiaba, Pedro despreció con un gruñido: -Fuiste tú quien inició la videollamada. ¿Quién sabe si lo hiciste a propósito para mostratu cuerpo? No es la primera vez que lo haces.
Tres meses después de su matrimonio, Bella no pudo soportar más la indiferencia de Pedro hacia ella. Abandonó su vergüenza y se puso un top sexy para ir a la biblioteca. X