Chapter 85
Resistiendo al amor de Mi Ex-Marido
CapÃtulo 85 Pedro miró a Bella con cierto desdén. -Después de todo, creciste siendo cuidada por la familia Fernández desde pequeña. ¿Realmente necesitas ser tan vulgar? -¿Desde cuándo amar el dinero es ser vulgar? Bella corrigió su elección de palabras. El dinero es la base de la vida adulta. ¿Quién se quejarÃa de tener demasiado dinero? Incluso tú, con toda tu riqueza, ¿no estás ocupado todo el dÃa con Grupo Romero? -Por supuesto. Quizás sea diferente para ti, con tus preocupaciones por la herencia y las responsabilidades familiares. No puedes entender la mentalidad de nosotros, los mortales comunes.
Pedro no tuvo más que decir.
Miguel, que estaba parado junto a la cocina, suspiró al ver la escena. La señora es realmente afortunada de tener tanto dinero.
El premáximo que Bozhou ofrecÃa era claramente cien mil, pero el señor Romero decidió darle un millón. Pero, si lo piensas bien, tarde o temprano, ese dinero le pertenecerá a la señora de todos. modos. Solo está moviendo el dinero de un bolsillo a otro.
Señor Romero actuando de esta manera puede hacer feliz a su esposa y al mismo tiempo evitar que el dinero caiga en manos de extraños, matando dos pájaros de un tiro.
No es de extrañar que sea tan inteligente.
Has estado bloqueando la puerta todo este tiempo, ¿puedo salir ahora? -preguntó Fiona ansiosamente. La señora aún no ha desayunado.
Al ver que Pedro y Bella estaban terminando su conversación afuera, Miguel cedió su lugar y sugirió: -En realidad, podrÃas tomarte un par de dÃas libres en el momento adecuado.
AsÃ, Señor Romero podrÃa disfrutar de las comidas hechas por su esposa, ¿no? Fiona se puso nerviosa de inmediato. -¿He hecho algo mal? ¿Señor quiere reemplazarme? Miguel respondió: No, no te preocupes, estás haciendo un buen trabajo-. Ella simplemente no comprende cuánto se esfuerza.
Después del desayuno, Pedro y Miguel se dirigieron a la empresa, mientras que Bella subió para arreglarse y luego salió a hacer algunas compras, pensando en buscar un regalo adecuado para su abuela.
Cuando bajaba las escaleras, Bella a Fiona esperándola con una expresión nerviosa.
-¿Qué pasa? Señora, Miguel insinuó que podrÃa tomar más dÃas libres. ¿El señor está pensando en reemplazaporque no he estado haciendo un buen trabajo? Bella la tranquilizó.-Imposible, no te preocupes tanto.
1/2 415 BONUS Fiona todavÃa estaba inquieta. -Ayer por la noche le llevé la medicina que habÃa preparado al señor, y su rostro se veÃa realmente mal.hizo tirar toda la medicina que la señora mayor le habÃa dado.
Al pensar en esa medicina, Bella no pudo evitar reÃr. -Si te dice que la tires, solo hazlo. Si la señora mayor pregunta, solo dile que él se encargará de su propia atención médica.
Como su automóvil aún estaba en el taller de reparación, Bella eligió un Bugatti de Pedro en el garaje.
Bella aún no habÃa conducido este tipo de coche súper lujoso, y aunque pudiera permitirselo en el futuro, probablemente no lo compraria, asà que querÃa darse el gusto antes de su divorcio. Cuando se sentó en el coche, Bella arrancó fácilmente y se dirigió hacia el centro comercial.
Al llegar al estacionamiento, justo cuando Bella habÃa estacionado el coche, escuchó a alguien golpeando la ventana de su coche.
Bella bajó la ventana y a una chica con un maquillaje elaborado y una sonrisa encantadora. frente a ella.
-Cuñado.
La chica acababa de decir de manera coqueta, pero al ver quién estaban dentro del coche, claramente se sorprendió y su sonrisa se congeló en su rostro. Bella observó los cambios en la expresión de Sara y no pudo evitar reÃr. -Prima, qué coincidencia, ¿no tienes clases hoy?
Sara mostró un poco de decepción.
-¿Por qué estás coelm coche de mi cuñado? Bella rió de nuevo: -Parece que conoces bien el coche de Pedro.
Pedro generalmente usaba coches más discretos, como un Maybach, ΠΠΠr, asà que coche no se para trabajar, asà para pero Sara lo reconoció usaba a primera vista, lo que demostraba cuánto le importaba Pedro. este -Sara, ¿quién es esta persona? ¿No dijiste que el coche pertenece a alguien muy importante? -preguntó una voz masculina desde atrás.
Bella levantó la vista y a tres hombres y una mujer joven parados detrás de Sara.
El que habÃa hablado primero era un hombre alto, bien vestido y de aspecto adinerado.
Bella le resultaba familiar.
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