Chapter 26
Resistiendo al amor de Mi Ex-Marido
CapÃtulo 26 [No mires hacia atrás, ni preguntes por el futuro, comes a tiempo al dÃa, trata bien las cuatro estaciones, y al final llevará una vida con compañÃa de alguien en el momento adecuado, con el mejor tiempo).
Este texto iba acompañada de una foto de una mesa llena de platos deliciosos, asà como de un selfi de cara lateral de Anna.
De acuerdo con el texto y la foto, parecÃa que solamente estaba compartiendo la vida de forma literaria y artistica, pero si observaban la foto detalladamente, podÃan darse cuenta de que en la esquina de su selfi se veÃa el brazo de un hombre. Este hombre llevaba una camisa y un reloj de lujo de estilo soben la muñeca. Bella estaba muy familiarizada con este reloj, que era uno de los relojes que solÃa llevar Pedro.
Resultó que Pedro estaba en casa de Anna, pero no era algo extraño porque esa noche Pedro contuvo su impulso sexual tanto, pero ella no querÃa tener relaciones sensuales con él. Además, Pedro no era Don Juan y no salÃa con muchas mujeres, asà que no le quedó otro remeque acudir a su amante.
En estos dÃas sus sentimientos entre ellos deberian mejorarse mucho, asà que Anna publicó tales sentimientos. Bella soltó una carcajada y borró a Anna de sus contactos de Whatsapp. En el pasado, ella añadió a Anna en Whatcon el fin de obtener una mejor comprensión de su rival en amor. Ahora no lo necesita ni le importaba, asà que se sentÃa más cómoda, la borró cuanto antes. Luego, Bella guardó el móvil, planeó salir a dar un paseo para tomar el aire. Sin embargo, justo cuando salió del garaje, sonó su móvil. Fue la llamada de su mejor amiga de la vida anterior, Claudia Pérez.
En los últimos dos años, la familia Pérez se habÃa dedicado a la industria financiera, pero la escala actual seguÃa siendo pequeña. Después de que ella se internara en el psiquiátrico en su vida anterior, la familia Pérez tenÃa buenas relaciones de algún modo con el Grupo Romero, y el prede las acciones de dicha empresa subÃa poco a poco.
Después de enterarse de que Bella estuvo encerrada en el psiquiátrico, Claudia fue a visitarla ni una sola vez. Bella entendÃa que todo el mundo sabÃa sopesar los pros y los contras, asà que no le guardaba mucho rencor a Claudia.
Sin embargo, ella ya no era capaz de destaparse con ella como antes, por renacimiento, no contactó con Claudia ni una sola vez.
lo que luego del Entonces en este momento, Bella no sabÃa para qué la estaba llamando. Con esta duda, Bella pisó el freno y recibió la llamada.
-Bella, ¿dónde estás? En cuanto se conectó la llámnada, sonó la voz ansiosa de Claudia.
-Preparándpara salir a dar un paseo, ¿qué pasa? -¿Por qué estás todavÃa pensando en deambular, no has visto el momento publicado por +16 BONUS Anna, esta hija de puta? -¿Qué problema tienes? -Hay un gran problema, date prisa en verlo. -Claudia le instó-. Ella preparó una mesa de platos, también envió intencionadamente un selfi con el brazo de un hombre, acompañado de una frase como "al final llevará una vida con compañÃa de algulenâ, casi señaló explÃcitamente que Pedro estaba en su casa.
Bella respondió con tranquilidad: -¿Qué tiene que ver esto conmigo? -Bella, ¿estás confundida? Por supuesto, se trata de un asunto muy importante, ¿pero dices que eso no tiene nada que ver contigo?-Claudia dijo con indignación-. Tú tampoco salgas, vendré yo a recogerte, vayamos a casa de Anna a arrancarle la cara, jde todas formas está desvergonzada! Bella recordó que en su vida pasada, Claudia también la defendÃa asà de vez en cuando. Instigada por ella, Bella siempre hacia que Anna hiciera el ridÃculo muchas veces, a camde cada vez mayor disgusto de Pedro.
Ahora, ella no iba a dedicar su tiempo en este tipo de comportamiento sin sentido. Además, Bella querÃa hacer que Anna se quedara en ridÃculo en público en un terrero en que Anna era más habil.
Pensando eso, Bella rechazó: -No voy. Con este tiempo libre, prefiero leer más libros at meteen su asunto. Si no quieres decir nada más, cuelgo.
-Bella, Claudia la retuvo-, ¿acaso no te atreves a ir porque temes encontrarte con Pedro? ¡ Qué tonta eres! Si él está allÃ, se considerará que has conseguido la prueba verdadera. Paral entonces, le entregarás la prueba a su abuela, no tendrás que hacer nada, ella te ayudará a castigar a esa perra.
Claudia todavia la incitó a delatar a Pedro ante su abuela, ¿acaso temÃa que la abuela no estuviera preocupada lo suficientemente?/ Al pensarlo, Bella respondió acentuando un poco el tono: He dicho que no iré. ¿No lo entiendes? -Bella...
Antes de que Claudia terminara de hablar, Bella directamente colgó, debido a que ella no paraba de incitarla a armar el escándalo, de veras Bella no sabÃa qué intención llevaba ella realmente. Si no fuera por las buenas relaciones que mantenÃa la familia Fernández y la Pérez y la amistad entre ella y Claudia durante tantos años, querrÃa volverse en su contra.
Pensando en su encuentro en el hospital psiquiátrico en su vida anterior, y en el hecho de que casi fue violada por Pedro hace unos dÃas, Bella de repente tuvo la idea de aprender kung fu para defenderse.
Dicho y hecho, investigó algunos de los centros de entrenamiento de kung fu de la ciudad. Eligió un centro de entrenamiento a gran escala especializado en sanda, lucha y boxeo, y con experiencia real en combate, y se dirigió directamente a este lugar con el sistema de navegación satélite.
No se veÃa muchas publicaciones llamativas fuera del centro de entrenamiento, pero contaba con un gran espay ofrecÃa muchas plazas de aparcamiento, lo cual le agradaba mucho a +16 BONUS Bella. Luego de aparcar el coche bien, Bella entró.
Este centro era muy espacioso, n una variedad de campos de entrenamiento de combate, equipos profesionales y completos.
Lo más importante era que los entrenadores que llevaban uniformes de camuflaje estaban bien formados, con músculos pectorales y abdominales, y todos se veÃan cautivadores.
Aunque Pedro también tenÃa una buena figura, a menudo ponÃa mala cara, asà que Bella no estaba dem humor para apreciarlo a pesar de En todo. Más tarde, después de contemplar a tantos hombres atractivos, Bella no dudó en apuntarse en los cursillos de sanda. Sra. Romero, ¿le gustarÃa elegir un entrenador personal individual, que puede enseñarle mejor y de forma concentrada en el entrenamiento? Le recomendó el personal.
Bella lo rechazó cortésmente: -Gracias, no.
Se negó a elegir un entrenador personal, porque no querÃa perder la oportunidad de entrenar con otros entrenadores. No deseaba renunciar todas las oportunidades simplemente por una persona otra vez. Luego de
pagar, Bella registró sus datos en la recepción y concertó una cita para entrenar, Cuando se dispuso a salir, oyó que un hombre habló con ella, bastante sorprendido: -i Señorita, eres tú de verdad!
Escuchándolo, Bella giró la cabeza a ver quién era. Se trataba de un hombre de unos veinte años, vestido con el unifode camuflaje del de el entrenamiento, con rostro apuesto y ojos claros. El hombre parecÃa alto y delgado, pero de hecho poseÃa músculos bien proporcionados. Casualmente, era el joven que ella le habÃa comprado el traje unos dÃas antes en el centro comercial. llamo Juan Alonso, trabajo aquà como entrenador a tiempo parcial. -El hombre se ofreció a presentarse con timidez y continuó-. Señorita, ¿por qué estás aquÃ?