Capítulo 252
Resistiendo al amor de Mi Ex-Marido
CapÃtulo252 Bella aún tenÃa los ojos cerrados cuando respondió casualmente: -Está bien, lo he visto una vez antes.
Pedro dijo sin prisa: -¿Lo llamas hermano? Bella abrió los ojos y miró a Pedro con sospecha. -¿Hay algún problema? Pedro se mordió los delgados labios. -¿Por qué no lo llamas por su nombre? Bella respondió: -El es mayor que yo, por supuesto lo llamo hermano.
-Yo también soy mayor que tú.
Bella captó el significado implÃcito de Pedro.
Qué gracioso, la última vez que fue a la reunión familiar con la abuela, el borracho de Pedro también preguntó por qué no lo llamaba âhermano Pedro" como antes.
Después incluso la obligó a decirlo.
Ahora, por el simple hecho de que ella llamara a DarÃo âhermanoâ, mostraba un aire de mezquindad.
Si no la conocieran, pensarÃan que realmente le importaba mucho.
Bella soltó una risa frÃa. -Pedro, eres aburrido.
Dicho esto, volvió la cara hacia la ventana.
Pedro miró fijamente a Bella y profundos por un rato, pero finalmente no dijo nada más..
Llegaron en silena Villa Dragón.
Fiona estaba preparando la cena, Bella no querÃa estar a solas con Pedro, asà que fue a la cocina.
Mientras tanto, Pedro subió al estudio.
Fiona miró a Bella sorprendida y le dijo: -Señora, el señor realmente se preocupa por usted, todos los dÃas durante el desayuno revisa el pronóstico del tiempo de la ciudad donde está.
Bella respondió con desdén: -¿Ah, s� Qué ocioso está.
Fiona, entusiasmada, continuó: -SÃ, señora, y cuando vuelve del trabajo, también mira sus fotos.
-¡Ah, Fiona, tú también sabes eso! Bromeó Bella: -¿Acaso la abuela Romero te pidió quedijeras eso? Fiona, al notar que Bella no le creÃa, se apresuró a aclarar: -Señora, es verdad, no tiene nada que ver con la anciana.
-Cuando le llevé la leche al señor al estudio, lo vi mirando sus fotos muy atentamente, y que llamarlo para queescuchara, luego apagó rápidamente la pantalla del teléfono.
-Está bien, Fiona, tu sopa huele deliciosa y tengo hambre, tomaré un bol! tuve $13 BONUS Bella sabÃa que Fiona también querÃa emparejarla con Pedro, asà que ni siquiera tomó en seesas palabras.
Pedro no tenÃa fotos de ella..
Sus publicaciones en redes sociales solo se podÃan ver durante tres dÃas, incluso si hubiera fotos, Pedro no podrÃa verlas.
Y ni siquiera hablar de selfies diarios, ni siquiera tienen fotos de boda, ¿qué iba a ver? La cena estaba lista, y el estómago de Bella ya casi se habÃa llenado. Antes de que Pedro bajara, ella se dirigió a la habitación.
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La lámpara nocturna que ella habÃa tirado habÃa sido recogida y colocada en la mesita de noche, emitiendo ahora una tenue duży junto a ella habÃa un par de lindo conejos de cerámica. Bella los tomó en sus manos, los conejitos de cerámica estaban primorosamente hechos, con un brillo especial, y sobre todo, esas orejitas tan encantadoras. Un cliente los envió, seolvidó tirarlos, asà que los puse aquÃ.
Pedro dijo distraÃdamente mientras se acercaba.
Bella lo miró de reojo. -¿Cómo puedes pensar en tirar algo tan lindo? Qué falta de gusto.
-Ni siquiera sé qué tiene de bonito esta cosita. -Pedro resopló con ligereza.
Bella no le hizo caso, colocó los conejitos en la mesita de noche y se dirigió al vestidor para tomar ropa y ducharse.
Pedro la siguió y dijo sin expresión: -Mi padre vendrá a cenar más tarde, ¿quieres verlo hoy o ir mañana a la mansión familiar? La mano de Bella se detuvo al tomar la ropa. ¿El padre de Pedro iba a venir? Si pudiera elegir, Bella preferirÃa no verlo en ningún dÃa.
Después de todo, ya iban a divorciarse, ¿para qué querÃa ver más al suegro?
Pero pasado mañana era el cumpleaños de la abuela, y aunque no los viera esos dÃas, de todas formas tendrÃa que verlos ese dÃa. Y ya que el suegro venÃa en persona, serÃa un poco raro evitarlo.
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