Chapter 144
Resistiendo al amor de Mi Ex-Marido
CapÃtulo 144 La influencia de su tÃa en Sara era demasiado grande, lo que habÃa generado un profundo resentimiento en ella.
En ese momento, Bella no pudo discutir esos asuntos con Sara, por lo que le dijo: -Te lo enviaré más tarde.
La última vez te vi sin mucho interés en Daniel, ¿cómo es que en tan solo unos dÃas su relación ha mejorado tanto? -preguntó Bella con curiosidad.
-¡No es asunto tuyo! -Sara colgó el teléfono.
Bella se quedó sin palabras.
Le envió a Sara las capturas de pantalla del siweb de segunda mano y salió del gimnasio. Mientras subÃa al auto, sintió como si alguien la estuviera observando desde atrás.
Miró hacia atrás, pero no a ninguna persona sospechosa.
Probablemente fue solo su imaginación, pensó Bella, y pisó el acelerador para regresar a la mansión Longteng. Fiona corrió hacia ella apresuradamente y dijo: -Señora, el señor ha regresado y está en el estuocupado con asuntos de trabajo. Acabo de preparar una taza de té, ¿podrÃa llevarla también? -Además, el señor mencionó que le duele un poco la mano ypidió que le llevara una añadió Fiona. pomada. Señora, también le pedirÃa que se la entregue.
-Por cierto, el señor preguntó cuándo podrÃas regresar.-continuó diciendo Fiona. TemÃa que si no accedÃa a las peticiones dé Fiona, esta seguirÃa hablando sin parar, asà que Bella tomó el agua y la pomada.
-Está bien, iré.
Sosteniendo la bandeja de té, Bella subió las escaleras hacia el estuen el piso de arriba. Golpeó suavemente la puerta y se escuchó la voz clara de Pedro desde adentro: -Adelante.
Bella abrió la puerta entreabierta y encontró a Pedro sentado detrás de un ampescritorio. TenÃa una computadora frente a él y estaba revisando algunos documentos.
Su expresión era seria y concentrada, con cejas ligeramente fruncidas, irradiando un aura de rigurosidad y seriedad en el trabajo.
Pensando que era Fiona, Pedro no levantó la vista y dijo: Solo deja las cosas ahÃ.
Bella siguió sus instrucciones y colocó el agua y la pomada junto a él. Tal vez debido a su presencia, Pedro levantó las miradas.
Cuando a Bella, mostró una clara expresión de sorpresa.
-¿Has vuelto? -dijo Pedro con naturalidad.
Era algo que solÃa preguntarle ella, pero nunca imaginó que un dÃa él le harÃa la misma pregunta.
Bella apartó la mirada y respondió: -Flona está ocupada, asà quepidió que te trajera las cosas.
-Perfecto, ayúda aplicar la pomada. -dijo Pedro mientras extendÃa su mano derecha hacia ella.
La piel que
solÃa ser pálida ahora estaba cubierta de una capa de piel arrugada y fea. -¿No te has aplicado la pomada estos últimos dÃas?-frunció el ceño Bella. Pedro se burló y dijo: -Deja de hacer esa expresión de desprecio. ¿Has pensado en por quélastime? Bella no querÃa recordar lo que sucedió esa noche. Tomó un hisopo de algodón y comenzó a aplicar la pomada.
Después de aplicar la pomada, Pedro volvió a concentrarse en su trabajo.
Bella desechó el hisopo lentamente y apretó la tapa de la pomada, sin apresurarse a irse.
Ella solÃa hacer esto, encontrar todo tipo de excusas para quedarse en su estudio.
En aquel entonces, incluso si él la pedÃa que se fuera, Bella no se m enfadarÃa. Incluso se ofrecerÃa voluntariamente y dirÃa: ¡Pedro, déjmasajearte los hombros!
Si se le negaba, Bella se sentirÃa un poco desanimada, pero luego se animó de nuevo: Entonces, ¿por qué no bebes un poco del té que preparé? Te ayudará a estar despierto Sola cuando él frunotera el ceño y la mirara con severidad, ella se irÃa a regañadientes. Antes, Pedro solÃa encontrar este comportamiento de Bella extremadamente molesto, pero ahora, inesperadamente no sentÃa disgusto. De hecho, habÃa un leve sentimiento de placer. -Si quieres quedarte aquÃ, quédate. Pero no hagas mucho ruido y busca algo para leer si te aburres. -dijo Pedro en tono tranquilo. (Nadie quiere quedarse aquÃ.» Pensaba Bella.
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