Chapter 108
Resistiendo al amor de Mi Ex-Marido
CapÃtulo 108 Escuchando esas palabras, Anna lloraba a lágrima viva y dijo: Pedro, sé que todavÃa estás molesto por la foto que tomé la última vez. Reconozco que tomé la foto con un poco de egoÃsmo en ese momento porque antes mencionasté que los fideos que cocinaba eran más sabrosos que los en cualquier otro lugar, asà que querÃa hacerles una foto y compartirla en mi estado de WhatsApp. Sin embargo, pensé en que últimamente siempre te has distanciado deliberadamente de mÃ, y temà que te enfadaras por mi publicación, asà que la borré inmediatamente. No esperaba que Bella la viera tan rápido y la guardara.
Anna continuó hablando con sollozo: -Pedro, el temperamento de Bella lo conozco claramente, pero no importa su malentendido de todos modos, pero no quiero ser malinterpretada por ti.... No quiero ser malentendido. por ti, pero no quiero ser malentendido por ti, y ni siquiera perderé nuestras emociones de la juventud.
En este momento, al ver la cara pálida y triste de Anna, por fin Pedro se ablandó un poco, pues la consoló en voz suave: -No pienses demasiado, no te malinterpreté. Ayer, Bella mencionó este asunto, pero yo no tenÃa clara la situación, asà que te pregunté por eso..
-Bueno. Después de escuchar estas palabras, Anna sacó un pañuelo para secarse las lágrimas, al mismo tiempo se mostró un poco avergonzada. Luego, explicó: -Siento hacer el ridÃculo ante ti, normalmente no soy tan sensible, posiblemente estoy confundida por el daño en el cerebro..
-Señor Romero...
Justamente, Miguel llamó a la puerta y entró. Intentaba informarle a Pedro de algo, pero al ver Anna secándose las lágrimas, se atragantó. Frente a esta situación, Anna dijo a Miguel con suavidad: -Nopasa nada, si tienes algo que decir, dilo.
Como este asunto tenÃa que ver con el banco de Rentilla, Miguel informó a Pedro directamente ante ella: -Acabo de recibir la noticia, es que el banco de inversión de expedición tiene la intención de seguir invirtiendo en la empresa Caza.
Al oÃr esto, Pedro frunció las cejas con fuerza y preguntó: -¿Cuándo sucedió esto? -Por la mañana, Carlos fue personalmente a la empresa Caza, y he oÃdo que ya ha llegado a un acuerdo preliminar con el señor Moreno.
En este momento, Anna puso su duda en estas palabras: -¿Por qué Carlos de repente sigue invirtiendo en la empresa Caza, ha pasado algo? Como ella habÃa estado en coma anoche, y cuando despertó por la mañana, tuvo que someterse a todo tipo del camde apósito e inyecciones, aún no sabÃa lo que habÃa pasado anoche. Teniendo en cuenta de eso, Miguel le contó brevemente cómo la empresa Caza se habÃa hecho. famosa con una sola noche.
Al oÃrlo, Anna se quedó rÃgido, y conteniendo el pánico cogió rápidamente el teléfono móvil que tenÃa junto a la cama. Cuando las diversas búsquedas más populares sobre la empresa Caza y Bella en Internet, jcasi se le cayó el móvil! Era que ella no entendió por qué algunas +15 BONUS personas estaban promocionando las fotos de borrachera de Bella y por qué los internautas no se centraban en la miseria de Bella, ni en su divory abandono, sino en su afán por beber.
Sin embargo, de pronto, Anna recordó que ayer en el coctel habÃa visto a la actual jefa de la empresa Caza, Clara Moreno. Pensando en eso, no podÃa evitar dudar de que Bella hubiera hecho todo eso a propósito.
De repente, Pedro le mandó a Miguel apretando sus labios finos: -Volvamos a la empresa.
-Te acompañaré.
Al escucharlo, Anna dijo afanosamente.
-Cuida de tus heridas aquÃ. -Tras decir esto, Pedro y Miguel dejaron la sala.
Al mismo tiempo, Anna se cubrió la cabeza porque se sentÃa tan Saba a sunto de mareada que estaba a punto dem vomitan Aparte de eso, casi estaba poseÃda de la furia en su corazón, dado que las cosas habÃan resultado ser completamente diferentes de lo que ella habÃa imaginado.
El lugar donde Carlos invitó a cenar a Bella era un restaurante de clase alta m con un sistema de membresÃa Aunque sólo estas dos personas comÃan, el palco VIP era lo suficientemente espacioso y grandioso como para acomodar dos mesas. Por aquÃ, señorita Fernández.
Diciendo eso, Carlos extendió caballerosamente la mano hacia ella.
Bella las gracias y entro. Después de pedir los platos, la artista del té, de belleza clásica, preparó hábilmente un té para ellos. Today's Bonus Offer X