Chapter 106
Resistiendo al amor de Mi Ex-Marido
CapÃtulo 106 Ella sufrió alguna pérdida? En el siguiente instante, a partir de las palabras y el gesto de Fiona, Bella lo entendió de inmediato.
Probablemente se referÃa a su comportamiento lloroso y problemático de la noche anterior, que habÃa llevado a Fiona a malinterpretar las cosas.
No, no pasó nada, -Bella negó con la cara ligeramente sonrojada. -Anoche estaba borracha, tal vezcomporté un poco mal.
Fiona interpretó su respuesta como timidez y dijo suavemente: -Señora, usted y el señor deberÃan haber estado viviendo juntos desde hace tiempo, es beneficioso para fortalecer la relación matrimonial.
-¿Por qué sigues ahà parada? Ven a comer algo, dijo Pedro con indiferencia, mientras Bella se sentÃa extremadamente incómoda.
-SÃ, señora, deberÃas desayunar pronto, yo iré a la cocina, -dijo Fiona.
Cuando Fiona se fue, Bella miró furiosa a Pedro. -¿Por qué no te molestas en explicar? Pedro la miró de reojo. De todas formas, soy inútil, ¿para qué deberÃa explicar algo? IncreÃblemente, él la estaba usando contra sus propias palabras de la noche anterior.
Al recordar lo que le habÃa dicho a Pedro la noche anterior, Bella sintió una vergüenza inmensa y deseó poder desaparecer.
-No te coqueteas con hombres cada vez que te emborrachas, ¿verdad? -preguntó Pedro con un tono indescifrable.
Bella, con las mejillas sonrojadas, respondió tercamente: -Ya lo dije, no sé nada y no recuerdo. nada.
Pedro resopló frÃamente y estaba a punto de hablar cuando su teléfono sonó repentinamente.
Miró el número y deslizó la pantalla.
Después de escuchar lo que la otra persona decÃa, Pedro dijo con voz tranquila: - Entendido, iré al hospital más tarde.
Bella sabÃa a quién iba a ver Pedro al hospital.
De repente, perdió el apetito para desayunar y salió con su bolso.
No has comido nada, ¿a dónde vas? -Pedro la detuvo.
Bella respondió: -Temo qué tengas problemas renales y evites ir al médico, asà que voy a pedir una cita en urologÃa por ti.
Sin esperar una reacción de Pedro, grandes zancadas y salió por la puerta.
SabÃa que Anna lo estaba esperando y aún no querÃa divorciarse.
¡Realmente era un hombre despreciable que jugaba con dos barajas! +15 BONUS Mientras conducia hacia Caza, Juan la llamó por teléfono.
Bella pensó que era porque no habÃa estado yendo al entrenamiento últimamente, asà que se disculpó: -Lo siento, he estado ocupada últimamente. A partir de mañana, prometo ir al gimnatodos los dÃas.
Juan se quedó sorprendido por un momento y luego rió: -No te estoy apurando para que vayas al gimnasio. Te Ilamaba para preguntarte si tienes tiempo esta tarde.
-Bueno, creo que sÃ, ¿qué pasa?-preguntó Bella.
Juan parecÃa un poco avergonzado y dijo: -Nuestro grupo de música planea organizar una rato? barbacoa al aire libre esta tarde. ¿Te gustarÃa unirte y pasar un buenea organizar una
Bella sospechaba que Juan habÃa visto las tendencias en las redes sociales y estaba preocupado de que se sintiéra sola y triste, por lo que querÃa sacarla a dar un paseo. Aunque Bella no estaba tan triste como pensaba la gente, se sintió conmovida por el hecho del que alguien se preocupara por ella.
De todos modos, no tenÃa planes para la tarde, asi que estarÃa bien reunirse con esos jóvenes. Además, e la última vez los amigos de Juan le habÃan ayudado, asà que esta serÃa una buena oportunidad para agradecerles en persona. Asà que Bella aceptó: -Está bien, mándla dirección ypasaré directamente.
Después de colgar el teléfono, Bella entró en la empresa de Caza.
Pero en la oficina, una figura familiar, era Carlos.
Estaba sentado en el sofá de cuero de la sala de reuniones, vestido con un traje morado oscuroy una camisa negra. A diferencia de su atuendo informal de antes, este era más formal, pero su rostro seguÃa mostrando la misma expresión despreocupada y burlona.
Señorita Fernández, tanto tiempo sin verte, -Carlos la saludó amablemente.
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