Capítulo 129
Probando la Tentacion – la visita Nocturna del gerente General casto
CapÃtulo 129 Quiero proteger
Tú
â¡Estás pensando en aclararte, pero es posible que Myla haya estado jugando la carta de vÃctima todo el tiempo! Como dice el viejo refrán, lo más aterrador es el favoritismo infundadoâ.
A Grace le divirtió su expresión exagerada y agitó la mano.
â¡Está bien! La madre de Fabián está de regreso en el paÃs ahora. Voy a aprovechar esta oportunidad para tomarme un descanso y pasar un buen rato con ella. Por favor, no interfieras con mis planes.
John solo la miró por un rato antes de suspirar.
â¡Mimas asà a Fabián! ¿Cómo se dará cuenta de lo bueno que eres?â
âNo estoy haciendo estas cosas para mostrárselo; realmente me agrada la señora Moore. La trato como a mi propia madreâ.
John asintió y de repente preguntó: âPor cierto, ¿por qué he oÃdo tan poco sobre tu padre durante todos estos años? Ãl y tu madre deberÃan ser una pareja muy afectuosa, ¿verdad? Para criar a una hija tan amable y consideradaâ.
SÃ, son muy cariñosos.â SÃ, son muy cariñosos, a pesar de que nunca se convirtieron en una pareja legalmente casada. Una sonrisa adornaba el rostro de Grace, sin embargo, su mano escondida entre los pliegues de su vestido se apretó con fuerza, las uñas se clavaron profundamente en su palma. .
Grace nunca pudo olvidar la expresión de tristeza en el rostro de su madre. A pesar de su profundo amor, ella y su padre nunca pudieron casarse gracias a esa mujer. Ahora habÃa llegado la oportunidad de vengarse. HarÃa que la hija de esa mujer le pagara todo.
Fabián estacionó el auto frente a un restaurante.
En el camino, ya habÃa hecho arreglos para que los platos estuvieran preparados con anticipación. Tan pronto como entraron, fueron conducidos directamente a una habitación privada. Myla no habÃa pensado que tenÃa hambre, pero al mirar los deliciosos platos en la mesa, su estómago sintió un poco de ruido.
Fabián la ayudó personalmente a desempacar los tazones, los cuchillos y los tenedores, y luego los colocó sobre la mesa.
Después de comer algunos bocados, Myla de repente recordó: âRegresaste justo
como esto. ¿Qué pasa con la situación en Synito?â
El viaje de negocios planeado tardarÃa varios dÃas más en completarse. âLa secretaria Lynn se encargará del asunto en mi nombreâ.
âPara un proyecto tan crÃtico, ¿se puede gestionar si usted no está allÃ?â Myla no era tonta; sabÃa que si el Secretario Lynn hubiera podido manejar el proyecto en ausencia de Fabián, no habrÃa regresado inmediatamente de Watongrade a Synito.
Fabián añadió un trozo de carne a su plato. âUna vez que las cosas se calmen aquÃ, iré
atrás.â
âHizo una pausa con un tenedor en la mano. âNo dejes que mi situación retrase el progreso del proyecto. Vuelve con Synito, puedo encargarme yo mismo.â
âMyla, quiero protegerte.
Incluso si el camino por delante era difÃcil, querÃa pararse frente a Myla, protegiéndola del mayor daño posible.
âCome más; pase lo que pase, tu salud es más importanteâ.
âBuenoâ¦â
âRegresa a Haywire Estate esta noche. Me temo que no es seguro que te quedesâ.
en casa de SofÃa.â
Mila quedó desconcertada.
ParecÃa que habÃa regresado a Haywire Estate y notó que ella se habÃa llevado sus pertenencias.
âNo, no estoy acostumbrado a vivir allÃ. Si⦠tienes ese tipo de necesidad, llámame y vendréâ.
Myla forzó una sonrisa amarga. Haywire Estate era como un sueño demasiado hermoso para ser realidad. Desafortunadamente, los sueños siempre tienen momentos de vigilia. [Ãl y yo estamos destinados a ser de mundos diferentes] Se repitió esto una y otra vez, con el corazón dolorido, pero solo asà podrÃa permanecer alerta. De lo contrario, le preocupaba que quedarse allà alentarÃa las tontas ilusiones que acechaban dentro de su corazón, donde terminarÃa como aquellos en los mitos, atraÃda y encantada por el canto de las sirenas, ahogándose sin saberlo en el sueño. ¿Cómo no podÃa entenderla?
Pensó en las fresas del frigorÃfico, en todo lo que Fabián habÃa hecho allà por Grace y sintió desgana hacia Haywire Estate.
¿Cómo podrÃa volver a vivir allÃ?
âEl barrio de SofÃa es demasiado común y la seguridad no es buena. Si alguien te secuestra cuando te ayudan,
Si vas allÃ, no tendrás a nadie que te acompañe.
tú.â
CapÃtulo 129 Quiero
â¡¿Cómo sabes dónde vive SofÃa?!â
¡Incluso investigó eso!
âTambién sé que Oskar frecuenta la casa de SofÃa desde que te mudaste allÃ.â