Capítulo 97
Emparejada
Capitulo 97
(Punto de vista de Lily)
Cuando terminé de contarle a James lo que sabÃa sobre la noche en que murió Stephanie, estuvimos sentados en silencio durante más de una hora. Cada uno procesaba el peso de mis palabras. Para mÃ, era el peso de revivir los recuerdos. Para él, era el peso de escuchar la historia por primera vez.
No estaba segura de lo que James estaba pensando y de si me creÃa, pero cuanto más tiempo permanecÃamos sentados en silencio, más me preguntaba si lo harÃa.
Al final, sentà que James empezaba a frotarme la espalda otra vez. Esta vez no aparté su mano. Esta vez, dado que ya no estaba reviviendo activamente el recuerdo de mi casi violación, me sentà reconfortada por el gesto.
Miré a James y me encontré con sus ojos azules por primera vez desde el principio de la historia. Pude ver su torrente de emociones y me sentà mal por él. Siempre habÃa sabido que mi hermana y Sheila tenÃan un lado horrible y malvado, asà que aunque la noche en que murió Stephanie fue traumática para mÃ, no fue impactante. James, en cambio, habÃa amado a Stephanie y habÃa confiado en Sheila. Sólo podÃa empezar a imaginar lo que podrÃa estar sintiendo.
âPregunta 2â, dije en voz baja.
â¿Qué? ¿Quieres seguir con el juego?â, preguntó James sorprendido.
â¿No quieres?â.
Sacudió la cabeza. âNo lo sé. ¿Cuánto más empeorará?â.
Le dediqué una sonrisa triste y luego estiré la mano y se la apreté. âCreo que eso fue lo peorâ.
Asintió, aunque no parecÃa completamente convencido. âBueno. Adelanteâ.
âPregunta 2. ¿Me crees?â.
James me miró con incredulidad. â¿Esa es tu pregunta?â.
âsÃâ.
âHablando de cimple el ojo por ojoâ
Some âSi, pero to respuesta a mi pregunta deberÃa ser mucho más cortaâ.
Jantes se pasó una mano por el pelo.
âNo lo seâ
Aparte la mirada, sintiéndome dolida aunque no sorprendida.
Me agarró suavemente de la barbilla y me obligó a mirarlo a la cara de nuevo.
âLo que quiero decir es que ahora mismo no sé qué pensar. Yo te creo. Luke te cree. Pero ninguno de los dos quiere. Es mucho que procesar. Lo que estás diciendo, lo cambia todo. Me siento como si estuviera atrapado en medio de la nube de un tornado y me levantaran del suelo con escombros volando por todas. partes, y aqui me estás preguntando en medio de todo si creo que hay tierra firme debajo de mi. En el fondo, sé que lo hay, pero en este momento lo único que veo es la tormentaâ.
â¿Estás diciendo que yo soy la tormenta?â.
âNo, lo que digo es que lo que pasó aquella noche es la tormenta. Mi vida es la tormenta. Los sentimientos y creencias que he mantenido toda mi vida son la
tormenta. Tú, Lily, eres el suelo estable debajo. Quiero creerte y en el fondo lo hago⦠pero es difÃcilâ¦.tan increÃblemente difÃcil⦠ver más allá del caos de la tormentaâ.
Su metáfora era un poco extraña, pero de algún modo tenÃa sentido para mÃ.
Mientras pensaba en la metáfora, sentà un impulso inexplicable, irracional y repentino de ofrecer a James algún tipo de consuelo o tranquilidad. Mis acciones. resultantes me sorprendieron incluso a mà y una parte de mi sabÃa que podrÃa llegar a arrepentirme de ellas. Sin embargo, en aquel momento me pareció que era lo correcto. Quizá sólo me senti asà porque se estaba haciendo tarde y estaba cansada, o quizá porque yo también me sentÃa abrumada por un caos de
emociones contradictorias. O puede que la sinceridad de las palabras de James despertara algo en mi corazón.
Fuera lo que fuese lo que me motivaba, pronto me encontré acercando la cara de James a la mÃa. Y entonces, lo besé.
El beso fue muy diferente al que me habla dado con Brady. Mientras que el de
Brady estaba lleno de desesperación y lujuria, éste estaba lleno de comodidad y emoción. Este beso fue como si intentáramos comunicarnos algo que no
podiamos decir con palabras.
Cuando terminó el beso, James me miró un poco sin aliento y sorprendido. â¿Qué fue eso?â, me preguntó.
Agaché la mirada, de repente sintiéndome tÃmida. âEso era yo intentando recordarte que el suelo estable existeâ.
James no dijo nada, as