Capítulo 8
Emparejada
CapÃtulo 8
(Punto de vista de Lily)
El resto del trayecto hasta la casa transcurrió en un silencio espeluznante.
Cuando llegamos a la manada, mi padre salió rápidamente del coche y se dirigió a su despacho, dejándome sola. Entré tÃmida y cautelosamente en la suite beta, pero me alivió comprobar que mi madre ya estaba en la cama. Decidà ir directamente a mi habitación e intentar dormir yo también.
Por desgracia, acabé dando vueltas en la cama toda la noche. La mirada de mi padre cuando hablaba con los guardias seguÃa atormentándome. Cuando dormÃa, tenÃa pesadillas. Extrañamente, Rose también parecÃa inquieta, pero aparte de desearme brevemente feliz cumpleaños cuando llegó la medianoche, no dijo nada
más.
Creo que lo que más me provocaba pesadillas y me mantenÃa despierta era que me dolÃa el corazón por mi padre. SabÃa que querÃa ayudarlo con su dolor y aliviar su sufrimiento, pero no estaba segura de qué podÃa hacer o decir para mejorar las cosas. Ya han pasado seis años. Si el tiempo no ha ayudado a sanar su corazón, ¿ qué podÃa hacer yo? La verdad es que no soy Stephanie y nunca lo seré. Lo único que he sabido hacer por mi padre es intentar apartarme de su camino. 1
Al menos para mi madre, puedo servir de saco de boxeo, de forma literal, para ayudarla a aliviar su pena. Y para otros de la manada, puedo servir como saco de boxeo, literal y metafóricamente. Pero no soy nada para mi padre: mi padre me ha desatendido y ha ignorado los abusos que sufro por parte de otros, pero nuncal ha participado directamente en ninguno de ellos.
Quizá esa sea una de las razones por las que su dolor me molesta más que el de los demás. Es el menos horrible de mis actuales torturadores y a veces puedo mentirme a mà misma diciéndome que no sabe o no está de acuerdo con lo mucho que he sufrido.
Sé que puede parecer extraño que me duela el corazón por él, dado que es alguien a quien, en su mayor parte, no podrÃa importarle menos. Pero, por favor, hay que entender que por mi propia cordura, he optado por recordar y aferrarme a los buenos momentos de mi infancia.
Por supuesto, también está el hecho de que⦠independientemente de lo que mi padre sienta por mi⦠siempre he sido, y probablemente siempre seré, una niña de papá. Es simplemente parte de lo que soy.
Desde que estaba en pañales, he admirado a mi padre y lo he considerado mi superhéroe. Antes de que Stephanie muriera, nunca vi un ápice de debilidad en él. Era mi fuerza y mi roca. Siempre tuve el fuerte deseo de que se sintiera orgulloso de mÃ. Siempre era el primero al que corrÃa cuando sacaba una buena nota en un examen, o cuando hacÃa un dibujo que creÃa que le iba a gustar.
Y⦠antes de que Stephanie muriera⦠siempre era el primero en secarme las lágrimas cuando me hacÃa daño o en consolarme cuando me sentÃa mal. Aunque sabÃa que Stephanie era su favorita⦠aunque sabÃa que los logros de Stephanie siempre serÃan mayores, y que él siempre estarÃa más orgulloso de ella⦠esas pequeñas cosas me importaban. VivÃa para esos momentos.
Suspiro.
A las 5:30 am, renuncié a cualquier esperanza de seguir durmiendo. El primer acto de recuerdo de Stephanie no estaba programado hasta las 11 de la mañana, asà que sabÃa que tenÃa un poco de tiempo. Deseosa de aprovechar ese tiempo y también de evitar a mi madre, me di una ducha rápida, preparé una pequeña mochila y salà de casa.
Como era de esperar, mis pies me llevaron a la cascada ante la que me habÃa desplazado seis años atrás. Vengo aquà al menos dos veces al año desde que murió Stephanie, normalmente en su cumpleaños y en el aniversario de su muerte. La cascada me produce una extraña sensación de paz. A pesar de su belleza, no conozco a nadie más que venga aquÃ. Quizá por eso me gusta tanto.
Encuentro una roca plana y me siento. Saco de la mochila un bloc de papel y un bolÃgrafo.
Probablemente suene raro, pero no siempre estoy segura de que la Diosa de la Luna pueda oÃrme cuando le rezo en silencio en mi cabeza. Asà que, hace unos siete años, empecé a escribir mis oraciones. Cuando termino de escribirlas, las sello, beso el papel y luego quemo la oración con el deseo silencioso de que la Diosa de la Luna mé preste atención. No sé si rezar de este modo tiene algún efecto, pero a mà me hace sentir mejor.
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Tras secarme algunas lágrimas, empecé a escribir.
[Querida Diosa de la Luna,
Aquà estoy, de vuelta con la manada una vez más. Hoy se cumplen sets años de la muerte de Stephanie. Sé que te he pedido mucho a lo largo de los años, y normalmente me lo has dado⦠aunque no siempre de la forma que esperaba.
James y la mayorÃa de la manada aún creen que yo soy la razón por la que Stephanie murió. Durante años, he soñado con que todos descubrieran la verdad sobre lo que pasó esa noche⦠pero nunca me he atrevido a pedirte ayuda para
hacerlo realidad.
De hecho, nunca te he hablado de lo que pasó esa noche.
Sospecho que sabes por qué he evitado el tema.
La verdad es que he sido una cobarde. Me he dicho una y otra vez que James difundió rumores infundados y que yo no hice nada malo.
No querÃa enfrentarme a la posibilidad de que quizá, solo quizá, todos tuvieran razón y la muerte de Stephanie fuera culpa mÃa. Hoy, sin embargo, estoy
dispuesta a afrontar la verdad.
Nunca debà rezar para que impidieras que Stephanie me siguiera lastimando. Ahora me doy cuenta.
Que sepas que nunca te habrÃa pedido que la detuvieras si hubiera sabido que eso significarÃa el fin de su vida. Simplemente habrÃa seguido lidiando con ella. Por favor, si estás con ella, dile que lo siento.
Acepto que lo que me ha pasado desde que murió ha sido una forma de castigarme, y lo entiendo. El problema es que no soy la única castigada..
No sé cuántas veces más podré ver a mi padre romper a llorar porque extraña a Stephanie. Mi padre nunca hizo nada para merecer esto.
Puede que no haya sido la mayor fan de Stephanie y puede que piense que esta manada ha perdido la cabeza la mitad del tiempo, pero no se puede negar que Stephanie era querida y valorada.
Si hay una forma de volver atrás en el tiempo, te ruego que ignores mi plegaria de
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aquel dÃa⦠o que al menos me lleves a mà en lugar de a Stephanie.
Si eso no es posible, te ruego que aceptes mis disculpas por mis malas acciones y ayudes a devolver la paz y la felicidad a esta manada. Por favor, ayuda especialmente a mi padre y a mi familia a encontrar la paz. Por favor, ayuda a la manada a avanzar hacia cosas más grandes. Demonios, y aunque no me guste, te pido que por favor le traigas a James una nueva pareja que lo ame y lo aprecie de una manera que Stephanie nunca pudo.
Es hora de que la manada siga adelante⦠incluso si eso significa seguir adelante sin mÃ.
Si cumple estas peticiones, haré todo lo que esté en mi poder para ser la mejor loba que pueda ser. Rose me dice que somos especiales y que tenemos un destino único frente a nosotros. Estoy dispuesta a seguir ese destino a donde quieras que nos lleve⦠pero por favor, no dejes que nadie más sufra más por mi culpa.
Con cariño,
Lily].
Mientras sello la carta, la beso y me dispongo a quemarla, Rose me habla a través del vÃnculo. âSabes que pareces un poco loca en esa carta. ¿Qué pasó con la humana fuerte con la que he estado viviendo los últimos años, que que la muerte de Stephanie fue culpa de Stephanie y sólo culpa de Stephanie?â.
sabe
Suelto un suspiro. âEs fácil decirme eso cuando estoy lejos de la manada y no tengo que lidiar con las consecuencias. Es mucho más difÃcil creer que estoy libre de culpa cuando todo el mundo a mi alrededor está llorando y disgustado todo el tiempo. Anoche viste a mi padre. Eso casi me destroza. TodavÃa está sufriendo muchoâ.
âEso no quiere decir que nada de esto sea tu culpaâ, protesta Rose.
âRose, el dÃa antes de que Stephanie muriera, recé para que la Diosa de la Luna impidiera que Stephanie siguiera lastimándomeâ.
âElla no te estaba lastimando, Lily. Te estaba torturando. No hay nada malo en que reces para que se detengaâ.
âLo hay si le cuesta la vida a Stephanieâ.
âLily, no le estás dando suficiente crédito a la Diosa de la Luna. Eres más inteligente y más fuerte que esto. Necesitas parar de pensar asfâ¦â,
De repente, Rose deja de hablar a través del enlace. Se pasea de un lado a otro en mi cabeza. No tengo ni idea de lo que está pasando, hasta que el abrumador aroma a vainilla y granos de café llega a mi nariz.
â¡Pareja! ¡Lily, nuestra pareja está aquÃ! ¡¡¡Pareja, pareja, pareja, pareja, pareja!!!
Me levanto, me quito el polvo de mis pantalones y me doy la vuelta. Me da un vuelco el corazón cuando reconozco al hombre lobo que está a unos 200 pies de
mÃ.
Tiene que ser una broma. Esto no puede estar pasando.
CapÃtulo 9