Capítulo 40
Emparejada
Capitulo 40
(Punto de vista de James)
Ya ha pasado un mes desde que Lily y yo nos rechazamos.
En estos momentos me encuentro frente al despacho de mi padre, preparado para plantearle una nueva serie de exigencias. No he estado en este despacho desde la reunión que tuvimos antes del funeral de Stephanie. Estar aquà me trae muchos recuerdos que preferirÃa olvidar, y muchos que aún intento comprender.
Me habÃa despertado en la cama de un hospital unos cuatro dÃas después del
rechazo.
Justo antes de despertarme, habÃa tenido un periodo de tiempo borroso en el que mi cerebro empezaba a adaptarse de nuevo a la consciencia. Durante ese periodo, una parte de mi luchó con mi cuerpo sobre si debÃa despertarme. No es que quisiera morir. TenÃa miedo. De qué, no estaba seguro⦠pero sabÃa que, una vez que despertara, me verÃa obligado a enfrentarme a una realidad de la que no estaba seguro de querer formar parte.
Durante el periodo de confusión, me vinieron a la cabeza varios recuerdos. Aunque eran entrecortados, bastaban para recordarme que habÃa metido la pata hasta el fondo. En un esfuerzo por humillar e intimidar a mi pareja de segundal oportunidad, me habÃa alardeado públicamente de recibir mamadas y favores sexuales de otras lobas, olvidando aparentemente que estábamos en un memorial para mi primera pareja.
Y, lo peor era que habÃa aceptado el rechazo de la mocosa. Era vagamente consciente de que habÃa buenas razones para hacerlo, pero en mi estado de semiinconsciencia me resultaba difÃcil recordarlas. En su lugar, sólo podÃa pensar en los brillantes ojos verdes de la Pequeña Mocosa, en su fuerza y confianza mientras me gritaba en la sala abarrotada de gente, y en algunas de las palabras que pronunció y que sugerÃan que gran parte de mi vida se habÃa construido sobre mentiras.
Despertar y enfrentarme a algunas de esas posibles mentiras era lo último que queria hacer. Por otro lado, una gran parte de mi sabÃa que tenÃa que despertar, porque lo que más atormentaba mi estado de semiinconsciencia eran los
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ecuerdos de cimo Nicky Robert llevaron a Lily al nemorial Inconsciente. magnitasta valisolutamente maltrecha. No podÃa evitar preocuparme, incluso estanda semlinconsciente, por el estado en el que se encontraba cuando la
on tras el rechazo. También te preocupaba cómo se habÃa hecho Lily todas esas heridas. ¿HabÃa alguien en la manada que la habÃa herido a propósito?
Trónicamente, aunque mi preocupación por Lily fue lo que acabó
convenciéndome para abrir los ojos, una vez que desperté, nadie quiso decirme
nada.
Al parecer, mi padre habÃa dado una serie de órdenes alfa para evitar que experimentara cualquier nivel de estrés hasta que estuviera totalmente. recuperado. Sinceramente, apreciaba las órdenes alfa que impedÃan que las lobas visitaran mi dormitorio, de todos modos, no disfrutaba de esas visitas, pero last demás órdenes alfa me irritaban sobremanera.
Sin embargo, dado que la intención de las órdenes alfa también evitaba que tuviera que hablar con mis padres sobre todo lo que habÃa pasado, estaba dispuesto a guardar mi irritación con las órdenes alfa en mi carpeta mental de quejas contra mis padres. Supuse que Luke me ayudarÃa a encontrar la manera de evitar las órdenes.
El problema fue que descubrà que Luke no estaba allÃ. O, mejor dicho, que estaba allÃ⦠pero que se habÃa cerrado en banda y era inalcanzable para mÃ. DeberÃa haber previsto que Luke se retirarÃa por un tiempo. En la escuela nos dan todo tipo de advertencias sobre el impacto de los rechazos, pero me encontré completamente desprevenido.
Todo cambió cuando me di cuenta de que Luke se habÃa ido. Su ausencia me subió a una montaña rusa de emociones que no estaba preparado para manejar.
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Mit do que ara normal que los lobes bloquearan a sus humanos dutante
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bewangan bu eponés de un rechazo, porque necesitan tiempo a solas para curarse y proses Por desgracia, sabia que en nuestra situación habÃa algo más que eso Lake me habia suplicado que no aceptara el rechazo de Lily y, en un ataque de ira, lo habia bloqueado y lo habia hecho de todos modos.
Luke y yo éramos un equipo, y a quién aceptamos o rechazamos como pareja es una decisión que nos afecta directamente a los dos. En mi ira, tomé la decisión por los dos. SabÃa que pasarÃa un tiempo antes de que me perdonara por eso, si es que alguna vez lo hacÃa. Sólo podÃa rezar a la Diosa de la Luna para que, con el tiempo, entendiera que no tenÃamos otra opción que rechazar a Lily. No habÃa forma de que nuestra manada la hubiera aceptado jamás como una futura Luna y compartir la cama con alguien a quien culpar de que perdiéramos al amor de nuestra vida era una tortura con la que ninguno de los dos deberÃa tener que
lidiar.
Al final, pasé una semana sintiéndome culpable por lo que habÃa hecho y luego pasé otra semana sintiéndome enfadado con Luke por ser demasiado terco para ver el error que la Diosa Luna habÃa cometido al emparejarnos con Lily.
Luego, en la tercera semana, pasé a buscar a alguien más a quien culpar. La mocosa era, por supuesto, el objetivo más lógico. Empecé a maldecirla de nuevo en mi mente, añadiendo âasesina de lobosâ a su lista de pecados y rasgos asesinos. Dejé a un lado mi preocupación inicial por el estado de la mocosa, diciéndome a mà mismo que su decisión de aparecer magullada y maltrecha en el funeral de Stephanie era tanto una estrategia para llamar la atención como su extraño comportamiento en el primer funeral de Stephanie. También empecé a soñar despierto con nuevas formas de vengarme. Algunas de mis mejores ideas incluÃan convertirla en mi criada personal, cuyas responsabilidades incluirian lavar a mano la ropa de cama que yo âensuciabaâ varias veces al dÃa, y/o contratar a un pintor para que hiciera murales de Stephanie y yo abrazándonos y besándonos en las cuatro paredes del dormitorio de la mocosa.
Con el tiempo, y por desgracia, durante la cuarta semana, la serie de emociones que me recorrÃa volvió a cambiar. Cada vez que pensaba en un nuevo plan de
venganza, sentÃa que Luke se aflejaba cada vez más. Eso le quitaba la diversión al proceso de planificación de la venganza.
Ylo que es más importante, por mucho que ne avergüence admitirlo⦠nunca habÃa sido capaz de deshacerme por completo de mi preocupación visceral por si Lily estaba bien. Sin un lobo y con todas las heridas extensas que Lily tenÃa, sólo podÃa imaginar que el rechazo la golpeó mucho más fuerte de lo que me golpeó a mÃ. ¿Estaban sus padres y Nick con ella para ayudarla a superarlo, asà como mis padres estuvieron conmigo? ¿Recibió la atención médica que necesitaba? ¿Se podÃa hacer algo más para ayudarla?
En mi mente, sabÃa que no debÃa preocuparme. La mocosa mató a su hermana y su decisión de burlarse de mà años después para que aceptara su rechazo puede haberme costado mi lobo.
Sin embargo, al verme incapaz de seguir ignorando la preocupación, empecé a racionalizarla. Puede que la mocosa sea una puta insensible, pero yo no. Voy a ser el alfa de esta manada en los próximos años y es perfectamente normal que me preocupe por el bienestar de los miembros de mi manada⦠incluso de los desorientados y asesinos. T
Con la determinación en mis entrañas, me dirigà a la oficina de mi padre con el propósito de exigir que se levantaran sus órdenes de alfa y que me pusieran al dÃa sobre cómo le iba a la Pequeña Mocosa.
Con la gracia de la Diosa, toqué a la puerta de su despacho.1
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