Capítulo 3
Emparejada
CapÃtulo 3
(Punto de vista de Lily)
Apenas tengo 14 años, por lo que no he asistido a muchos funerales. No conocÃa todos los rituales y no sabÃa cuánto tiempo tomaba en realizarlos.
El funeral comenzó a las 2 de la tarde, asà que habÃa previsto que la ceremonia y los rituales estarÃan terminados, o al menos la mayor parte de ellos, antes del anochecer. No me di cuenta de mi error hasta que fue demasiado tarde, después de sentarme junto a mi madre en uno de los lugares más visibles de todo el anfiteatro. Si me hubiera dado cuenta de lo que estaba pasando, habrÃa intentado buscar un asiento en la parte de atrás o en uno de los laterales. Si lo hubiera hecho, probablemente habrÃa molestado a mis padres, pero no tanto como suplicar que me dejaran ir en medio de los ritos finales de Stephanie.
Nunca habÃa visto tantas emociones negativas en mis padres. Me dolió el corazón al verlos abrazarse y llorar. Puede que yo no viera a Stephanie con los mismos ojos que ellos, pero la amaba. Y lo más importante es que los amaba y aún los amo. HarÃa cualquier cosa para que el dolor de mis padres desapareciera.
Por el lado bueno, quizá hacer que se enfadaran conmigo fue una buena distracción. En lugar de sentirse tristes, podrÃan sentir rabia.
No es que tuviera elección tampoco. Cuanto más oscurecÃa, más empezaba a dolerme el cuerpo. Me sentÃa febril y mareada, y a pesar de hacer todo lo posible por acomodarme en mi asiento, sabÃa por lo que me habÃan dicho mis amigos y por lo que habÃa visto, que estaba a minutos de dar un espectáculo. Necesitaba salir de allÃ, y rápido.
Cualquier esperanza que habÃa tenido de que alguien estuviera allà conmigo cuando me cambiara se habÃa esfumado. SabÃa que estaba sola en esto.
Cuando me levanté, sentà que me miraban furiosos. No pude evitar girarme para ver quién me miraba. Como era de esperar, era el futuro alfa James. Intercambiamos miradas brevemente y luego me escabullÃ.
Hoy no era la primera vez que James me miraba, pero sà la primera que veÃa tanta rabia y resentimiento en su mirada. No tenÃa ni idea de a qué se debÃa, pero me dije a mà misma que probablemente era la forma que James estaba eligiendo para hacer el duelo.
Torpemente, después de derribar un par de arreglos florales al salir por la puerta, por fin conseguà salir del lugar. Me apresuré hacia el bosque cercano. Al principio, me dirigà hacia donde habÃa ido con Stephanie la noche anterior, pero enseguida me di cuenta de que era una mala idea. Decidà ir en dirección contraria, hacia una cascada.
TodavÃa no sé por qué Stephanie insistió tanto anoche en que nos viéramos en el bosque. Me dijo antes de bajar a ver una pelÃcula con James que tenÃa algo especial que querÃa enseñarme a medianoche. Intenté decirle que no querÃa quedar con ella tan tarde porque tenÃa que guardar fuerzas para mi primera transición, pero se estaba poniendo terca⦠y yo sabÃa muy bien lo que pasaba cuando Stephanie se ponÃa terca o se sentÃa desafiada. Además, la ingenua de mà pensaba que existÃa la posibilidad de que Stephanie quisiera darme un regalo o hacer algo amable por mà por una vez.
Otro destello de dolor me distrajo de seguir pensando en lo de anoche y caà al suelo.
De repente, oà una voz en mi cabeza: âSigue, Lily. Sigue adelante. Llega a la cascadaâ.
No estaba segura de a quién pertenecÃa la voz, pero sabÃa que tenÃa que escucharla. Luchando, me puse de pie⦠solo para caer al suelo nuevamente cuando otro destello de dolor me golpeó. Todo en mà querÃa rendirse y rezar para reunirme con Stephanie dondequiera que estuviera. Sin embargo, la voz volvió a hablar.
âLily, te ayudaré a superar esto, pero necesito que te muevas. Por favor. Arrástrate si es necesario, pero tienes que llegar a la cascadaâ.
Lentamente, me puse a cuatro patas y me arrastré lo más rápido que pude por el bosque hacia la cascada. Mis manos y piernas se estaban raspando, pero los rasguños no eran nada comparados con el dolor que sentÃa mientras mi cuerpo se preparaba para su primera transición.
Debà de tardar al menos diez minutos, aunque en mi cabeza parecÃan más bien un par de horas, pero finalmente llegué a la cascada. Una vez allÃ, me desplomé. El dolor seguÃa atacándome en oleadas enormes, y unas cuantas veces estuve segura de que iba a dejar de respirar.
âAguanta, Lily. Te vas a poner bien. Necesito que despejes tu mente y te concentres en dejarte llevarâ.
El dolor era demasiado como para luchar o cuestionarlo, asà que cerré los ojos e hice lo que me decÃan. Escuché y sentà el ruido de los huesos al romperse y sentà que mi cuerpo se estaba autodestruyendo.
Finalmente, tras varios minutos más, que también parecieron transcurrir a cámara lenta, el dolor cesó de repente.
âBuen trabajo, Lily. Lo hiciste bienâ, dijo la voz.
El dolor habÃa desaparecido, asà que por fin podÃa hacer preguntas. â¿Quién⦠quién eres?â, pregunté.
âSoy tu lobo, tonta. Me llamo Rose. ¿Estás lista para ver cómo soy?â.
âS-sÃâ.
âBien. Ahora, abre los ojosâ.
Abrà los ojos e inmediatamente me di cuenta de que ya no era humana. Mis pies y mis manos se convirtieron en patas. Entonces, miré al agua que se encharcaba al borde de la cascada y vi mi reflejo⦠o más bien el reflejo de Rose. Se me paró el corazón.
Hay muchos tipos diferentes de lobos: lobos alfa; lobos beta; lobos gamma; lobos guerreros; lobos plateados; lobos blancos; lobos rojos; lobos omega. E incluso dentro de estas categorÃas, hay distintos tamaños, colores y marcas. Aprendemos sobre los tipos de lobos en la escuela.
âEspera lo inesperadoâ era una frase que se decÃa a menudo sobre la primera transición, pero en realidad tu lobo sigue generalmente tu linaje: los hijos de lobos alfa serán generalmente lobos alfa; los hijos de lobos beta serán generalmente lobos beta; y asà sucesivamente. Normalmente, la gran emoción, especialmente con los hijos de lobos de altos rangos, se centra en el tamaño, el color y la personalidad del nuevo lobo.
Mirándome en el reflejo de la piscina habÃa un tipo de lobo que nunca habÃa visto o sobre el que nunca habÃa aprendido en la escuela. El pelaje de Rose era de un hermoso color plateado azulado que casi brillaba. En el lado derecho de su grupa habÃa un gran sÃmbolo negro de luna creciente, y el color negro de ese sÃmbolo hacÃa juego con sus patas negras y su cola negra. Además, me di cuenta de que Rose era enorme. Aunque era difÃcil de decir, me pareció que Rose era al menos tan grande como algunos lobos alfa.
â¿Qué tipo de lobo somos, Rose?â.
âUn tipo especial. Aprenderás más a medida que pase el tiempo, pero debes saber que la Diosa de la Luna nos ha bendecido a ti y a mÃ, Lilyâ.
No dije nada; no estaba segura de qué decir.
Rose y yo nos sentamos junto a la cascada un rato más, hasta que recordé el funeral de Stephanie. â¡Tenemos que volver!â, le dije a Rose en pánico.
Rose me guio sobre cómo transformarme de nuevo a nuestra forma humana y luego busqué frenéticamente ropa entre los árboles cercanos. Encontré una camiseta de hombre y unos pantalones cortos. Ambos me quedaban grandes, asà que opté por ponerme la camiseta.
También recogà mis gafas del suelo y me las puse; por suerte no se rompieron durante la transición. Ahora que tenÃa a Rose, ya no necesitarÃa las gafas porque ella me curarÃa los ojos. Sin embargo, Rose me advirtió que, por ahora, era mejor que siguiera llevando las gafas y dejara que la manada creyera que aún no tenÃa a mi lobo. Me pareció curioso que lo dijera, pero no tenÃa motivos para no confiar en ella.
Me apresuré a volver a la manada y entré en la suite beta, con la esperanza de cambiarme rápidamente de ropa y volver a unirme a la multitud de luto.
Desgraciadamente, cuando entré en la suite, me encontré con los ojos furiosos y acusadores de mi madre.
â¿DÃNDE ESTABAS? ¿CÃMO TE ATREVES A MONTAR UNA ESCENA EN EL FUNERAL DE TU HERMANA? ¿NO TIENES VERGÃENZA? ¿ERES TAN EGOÃSTA Y EGOCÃNTRICA QUE NO PUEDES PENSAR EN NADIE MÃS QUE EN TI MISMA?â.
No dije nada. ¿Qué podÃa decir?
Entonces, mi madre hizo algo que, en mis 14 años, nunca habÃa hecho antes. Me dio una bofetada. Con fuerza. Y la paliza continuó a partir de ahÃ.