Capítulo 187
Emparejada
CapÃtulo 187
(Punto de vista de Nick)
Después de que Jenny se fuera, me quedé sentado en el salón durante horas, mirando la puerta principal.
No paraba de rezar a la Diosa Luna para que Jenny volviera a entrar por la puerta y me dijera que todo habÃa sido un horrible malentendido. No, no solo âesoâ⦠sino todo. EspecÃficamente, querÃa que Jenny volviera y me asegurara que en realidad no me habÃa mentido durante años; que en realidad no me habÃa dejado; y que Stephanie y Sheila en realidad no nos habÃan hecho todas esas cosas horribles a ninguno de los dos.
Por desgracia, cuanto más tiempo miraba la puerta, más claro tenÃa que la Diosa de la Luna no iba a responder a mis plegarias. Jenny no volverÃa. Mi pareja se habÃa ido.
A pesar de todo lo que Jenny habÃa hecho y permitido que sucediera, fue un trago amargo para mÃ.
En algún momento, traté de arrastrarme a la cama. Sin embargo, no podÃa ponerme cómodo y no podÃa dormir. Supongo que mi cuerpo reconocÃa que me faltaba una parte del alma.
Finalmente, miré el reloj y me di cuenta de que ya eran las nueve de la mañana. Decidà que necesitaba hablar con alguien. SabÃa que James se habÃa ido â no me hagas empezar con todo ese drama- y que mi padre y el alfa Randall estaban ocupados lidiando con el consejo de hombres lobo. TenÃa otros amigos varones, pero ninguno en quien confiara lo suficiente como para hablar de la situación de Jenny.
En vista de todo eso, decidà hacer lo que cualquier hombre adulto que no se respeta a sà mismo hace después de que le rompen el corazón, no duerme y necesita consuelo: Decidà que era hora de ir a buscar a mi madre.
Mientras caminaba hacia el almacén, pensé que tal vez, solo tal vez- mi madre me acariciarÃa el pelo, me prepararÃa algo de comer, me dejarÃa llorar
desconsoladamente durante un rato y me dirÃa algunas palabras
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tranquilizadoras. A veces habÃa hecho esas cosas por mà cuando era un pequeño cachorro. Tal vez, ahora que ya no tenÃa que llorar la muerte de Stephanie, estarÃa dispuesto a hacer esas cosas por mà de nuevo.
No podÃa ser más afortunado.
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Me dirigà a la habitación beta. Estaba a punto de entrar cuando me di cuenta de que la puerta de la habitación estaba ligeramente abierta y mi madre no estaba
sola.
Rápidamente me di cuenta de que mi madre estaba hablando con Sheila y Stephanie.
No querÃa ver a ninguna de las dos en ese momento, asà que me di la vuelta marcharme. Sin embargo, me quedé inmóvil cuando oà parte de su conversación.
para
âTienes que acostarte con él, Stephanie. Graba un vÃdeo. Entonces todo irá bienâ, dijo mi madre en tono serio.
¿Acostarse con quién? ¿Y por qué querrÃa mi madre grabar un vÃdeo?
âMamá, tiene setenta y seis años. Yo solo tengo veintiséis. No me voy a acostar con él; eso es asquerosoâ, contestó Stephanie.
âPor favor. Te acostabas con hombres mayores que él en el asiloâ, replicó Sheila.
âSÃ, pero ahora mis estándares son más altos. He terminado el entrenamiento
luna y he pasado años viviendo con un Dios del Sexo Español. Ahora también estoy casada con un lobo alfa. No voy a dormir con Neil, punto. He terminado con esa parte de mi vidaâ.
Vale, dos cosas. Una, algo estaba muy mal con mi hermana. Stephanie sonaba como una caricatura en lugar de una loba real. La gente real y los lobos no hablan de esa manera. Segundo, ¿Quién coño era ese Neil? Seguramente no se referÃan a Neil, el miembro del consejo.
âDame un respiro, Stephanieâ, protestó Sheila. âSabes tan bien como yo que necesitamos al menos un miembro más del consejo que esté de nuestro lado. Todo lo que se necesita para emitir un castigo es el voto del cincuenta por ciento.
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Eso significa que si no convencemos a Neil, Frank o Ray- podrÃamos
enfrentarnos a un castigo serio. Neil es el blanco más fácil. Si podemos ponerlo de nuestro lado, eso cambiará el voto a cuatro a dos y podremos salir con un tirón de orejasâ.
Qué mierda. ESTABAN hablando del concejal Neil.
Peor aún, no eran solo Stephanie y Sheila las que hablaban. Mi madre también estaba involucrada. ¿¡Realmente mi madre querÃa ayudar a Stephanie y Sheila a salirse con la suya en todo, incluyendo presumiblemente su papel en drogarme y violarme?!
âSi esto es tan importante para ti, ¡Duerme con él, Sheila! Tienes más posibilidades que yo. ¡Apenas hice nada!â. Stephanie gritó enfadada.
â¡ESTOY EMBARAZADA! ¡NO VOY A INTRODUCIR ESPERMA EXTRAÃO EN MI
CANAL DE PARTO!â.
â¡DIOS MÃO! ¿HABLAS EN SERIO? ¡APENAS ESTÃS EMBARAZADA! ¡Y NUNCA TE
HA IMPORTADO LO QUE HA ENTRADO EN TU LLAMADO CANAL EN EL PASADO! ¡
CREO QUE LA MITAD DEL ESTADO DE TEXAS PROBABLEMENTE HA ESTADO AHÃ
DENTRO!â.
Bueno, asqueroso. No necesitaba esa imagen. Y, de nuevo, ¿Quién coño habla as�
â¡CHICAS! ¡Basta ya! Lo solucionaremos. Mira, solo necesitamos grabar a Neil haciendo algo inapropiado. Ni siquiera necesitas llegar hasta el final. Solo haz que parezca que lo hicisteâ.
Guau. No habÃa entendido mal. Mi madre hablaba en serio de chantajear a un miembro del consejo para ayudar a Stephanie y Sheila a librarse sin castigo.
âAún asà tendrÃa que besarlo, mamá. ¿Y si le gusta usar la lengua? ¿Y si primero quiere quitarse la dentadura postiza? No, no voy a hacerloâ.
âStephanieâ¦â.
âNo, mamá. Tú estás más cerca de su edad. ¿Por qué no lo haces tú?â.
âYo vendo a las chicas. Yo no soy la chica. Además, estoy emparejada. Tu padre lo sentirÃaâ.
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Espera, ¿Qué? ¡¿Vender chicas?! Seguramente, mi madre no estaba tratando de ser literal.
Oh, Diosa.
â¿Y qué? Ni que Robert nunca te hubiera engañadoâ, dijo Sheila con desdén.
Se hizo el silencio.
â¿Cómo sabÃas que Robert me ha engañado?â, preguntó mi madre acusadoramente.
No supe que hizo Sheila en respuesta a esa pregunta, pero lo siguiente que oà fue
que sonó como una fuerte bofetada seguida de más gritos.
lo
En ese momento decidà que era hora de marcharme. Estaba claro que lo que me habÃa pasado no era un hecho excepcional. Y estaba claro que Sheila y Stephanie no eran las únicas de las que tenÃa que preocuparme. Sheila, Stephanie y mi madre eran monstruos.
James intentó advertirme.
Joder.
Era hora de ir a casa y beber para olvidar mis problemas.