Capítulo 17
Emparejada
CapÃtulo 17
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(Punto de vista de Lily)
Mientras caminaba de vuelta al almacén después de la pelea con James, Rose estaba en silencio. Eso me dejó sola con mis propios pensamientos y sentimientos, lo cual agradecÃ. Necesitaba tiempo para procesarlos.
No entiendo lo que acaba de pasar, y mucho menos por qué pasó, y
definitivamente no sé cómo sentirme sobre todo este asunto.
Por un lado, tengo el corazón roto. Destrozado, en realidad.
A pesar de los comentarios de James en sentido contrario, nunca quise ni esperé estar casada con él. De hecho, si ayer me hubieras pedido que te diera una lista de diez machos con los que me encantarÃa estar en pareja, James no estarÃa en la lista. Probablemente tampoco estarÃa en una lista de veinte machos.
Al mismo tiempo, siempre soñé con estar con mi pareja, ¿y James era�
Uuuuuuuurrrrrrrrggggghhhhh.
Fantaseaba con la idea de encontrar a mi pareja desde que era joven, quizá a los ocho o nueve años. Creo que todos los hombres lobo lo hacen, ¿no? ¿Al menos las
hembras?
Para mÃ, encontrar a mi pareja significaba encontrar a alguien que me amara y que me tratara como si fuera importante. Anhelaba eso⦠especialmente después de que mi mundo se pusiera patas arriba después de la muerte de Stephanie.
Hasta esta mañana, solo podÃa imaginar lo que sentirÃa al ser amada y apreciada por una pareja. Ahora, gracias al breve encuentro con James, ya no es algo que tenga que imaginar. Ahora sé muy bien lo que se siente cuando te miran con amor, y lo que se siente cuando te tratan como si fueras importante y valioso.
Es un cruel giro del destino que ahora sepa lo que se siente, porque la mirada de James no era para mÃ; James pensaba que estaba mirando a mi hermana. Cómo desearÃa no ver nunca la mirada de amor en los ojos de James. Después de todo, si no hubiera visto la mirada en sus ojos, no sabrÃa lo que perdà cuando se dio cuenta de quién era yo en realidad.
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Mientras tanto, ni siquiera me hagas hablar de ese beso. Fue mi primer besoâ¦. no en seis años, sino en toda mi vida. DesearÃa desesperadamente no saber lo bien que se siente besar a James. Entonces mi cuerpo no lo estarÃa deseando ahora mismo, regándome que me diera la vuelta, corriera hacia él y me envolviera en sus brazos.
Solo el hecho de que mi cuerpo anhele a James ahora mismo me enfada. No, no solo enfadada. Me siento enfadada, amargada y sedienta de venganza. También me siento desesperada por demostrar a James, a mis padres y a todos los demás de la manada lo equivocados que estaban conmigo. No me gusta sentirme asÃ. Casi preferirÃa la angustia a la ira.
Claro que puede que no importe tanto. Es poco probable que me vengue pronto. Uno de los mayores obstáculos para vengarme y demostrar que todo el mundo se equivoca es que nadie cree que yo sea yo.
TodavÃa no puedo entender el hecho de que tantos miembros de la manada, incluyendo a mi propia pareja, no me hayan reconocido. Estuve aquà para los recuerdos del cumpleaños de Stephanie hace unos nueve meses. ¿Por qué no tuve estos problemas entonces? Seguramente no cambié tanto en nueve meses.
âCambiaste más de lo que crees, Lily. No es tanto cómo te ves, sino cómo te comportas. Hace nueve meses, mirabas hacia abajo y no te atrevÃas a mirar a nadie a los ojos. VestÃas con ropa más holgada. Actuabas tÃmida y asustada. Ahora te comportas de otra manera porque eres mucho más fuerte. Puede que no te des cuenta, pero eso influye en cómo te perciben los lobos que te rodeanâ.
â-
âWhoa -¿Qué haces escuchando mis pensamientos internos, Rose? Sabes que me da escalofrÃos cuando haces eso, especialmente sin decÃrmelo. Es de cortesÃa común que no escuchemos los pensamientos del otro sin permisoâ.
âLo sé y lo siento, Lily, pero después de la carta que le escribiste a la Diosa de la Luna y lo que pasó con James allá atrás, estaba preocupada por ti. Progresaste mucho desde que fuimos a la escuela de medicina en Roca Roja. No quiero que vuelvas a dudar de ti misma. Eres una humana maravillosa y tengo suerte de que la Diosa de la Luna decidiera juntarnosâ. Me secó una lágrima. Es la primera que dejó caer desde que me di cuenta de que James era mi pareja.