Capítulo 130
Emparejada
CapÃtulo 130
FIS BONUS
(Punto de vista de James)
El paseo hasta la casa de Joey desde la casa de lobos normalmente dura unos 15 minutos. Estaba tan alterado después de la conversación con Nick que hice la caminata en sólo 7 minutos.
Me sentÃa preparado para obtener las respuestas que necesitaba y dejar esta manada de una vez por todas. A este punto, no estaba seguro de que valiera la pena quedarse en esta manada.
Toqué la puerta principal. Jessica abrió la puerta y parecÃa sorprendida de verme. âJames, yoâ¦â.
â¿Supongo que Joey está aquÃ?â.
âSâsâsÃ. ¿Qué estás haciendo aquÃ?â.
âMe gustarÃa hablar con él. Y contigoâ.
Jessica me hizo un gesto para que entrara. Luego, me hizo un gesto para que me sentara en uno de los dos sofás. Joey bajó y los dos se sentaron uno al lado del otro en el otro.
â¿Señor? ¿Qué está haciendo aquÃ?â, preguntó Joey.
Negué con la cabeza. âNo deberÃa sorprenderte que esté aquÃ. Quiero decir, con lo
esp
del cachorro de Mary Beth y todo pronto vamos a ser familiaâ.
Joey se frotó el cuello. âSobre eso, señorâ¦â.
â¿Por qué lo hiciste, Joey?â.
âLo siento, señor; me entró el pánicoâ.
â¿Pero por qué? Has estado actuando de forma extraña desde que nos fuimos a
Hawái. Quiero saber qué está pasandoâ.
Jessica y Joey intercambiaron miradas.
âDimeloâ
IS BORUS
âEres nuestro futuro alfa, James. Sólo queremos que seas felizâ, ofreció Jessica.
âMentirasâ.
âNo nos gusta Sheilaâ, dijo Joey.
â¿Y?â.
âY eso es todo. No nos gusta Sheila. Fin de la historiaâ.
Puse los ojos en blanco. No me lo iban a poner fácil. De acuerdo. Estaba dispuesto
a jugar a largo plazo. Me quité los zapatos y apoyé los pies en el sofá.
â¿Qué⦠qué estás haciendo, James?â, preguntó Jessica.
âPoniéndome cómodo. Me estoy dando cuenta de que ustedes esconden algo, pero no quieren decÃrmelo. No me iré hasta saber qué, asà que mejor me pondo cómodo para esperarâ.
âNo puedes entrar en nuestra casa y hablarnos asÃ. Aún no eres alfaâ, dijo Joey con firmeza.
Sonreà con satisfacción. âNo, no lo soy. ¿Quieres que conecte con mi padre? Tengo la sensación de que a él también le gustarÃa oÃr lo que tienes que decirâ.
Joey y Jessica palidecieron.
â¡No! ¡Por favor, no lo vincules!â, suplicó Jessica, presa del pánico. TenÃa lágrimas en los ojos. Vaya. SabÃa que ocultaban algo, pero no esperaba que la reacción fuera tan extrema.
âEmpiecen a hablarâ, respondà simplemente.
Vi cómo Joey y Jessica volvÃan a intercambiar miradas. Me di cuenta de que estaban enlazando sus mentes. Era evidente que algo les preocupaba. Suspiré. Me incorporé y volvà a intentarlo, esta vez con una voz mucho más suave.
âMiren, no sé qué esconden, pero no tienen por qué tener miedo de decÃrmelo. Sea lo que sea, no puede ser peor que la mitad de la mierda que he descubierto en las últimas semanas. No voy a vincular a mi padre. Eso fue una amenaza vacÃa. En caso de que no se hayan dado cuenta por la interacción que vieron hoy, no nos. estamos llevando exactamente bien ahora mismo. Estoy aquà porque quiero
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obtener respuestas y sé que ustedes tienen algunasâ.
âPero⦠señor⦠¿y si⦠y si lo que ocultamos es peor que todo lo que ha oido?â,
preguntó Joey preguntó.
â¿Cómo podrÃa ser peor?â.
Jessica bajó la mirada. Me pareció ver un atisbo de vergüenza en sus ojos justo antes de que bajara la cabeza. âTraiciónâ, susurró ella. Tragué saliva. ¿Traición? Qué carajos ha estado pasando en esta manada?
âSupongo que depende de la traición y de a quién perjudiqueâ, respondà una vez que procesé mis pensamientos sobre el tema. âSi la traición se trata simplemente de lidiar con mis padres y Margie, podrÃa ser un poco más comprensivoâ.
Joey se acercó y tomó la mano de Jessica. Al cabo de un par de minutos, Jessica asintió y se giró hacia mà con valentÃa.
âBien, te contaremos todo lo que podamos. Pero debo advertirte que hay mucho que tenemos que hablar. ¿Te apetece un café?â.
Asentà con la cabeza. Jessica se levantó y fue a la cocina.
â¿Por dónde empezamos?â, me preguntó Jessica.
âNo tengo ni idea de lo que tienes que contarme, pero quiero saberlo todo. Decide. tú lo que debo saber primeroâ.
Jessica se quedó mirando su taza de café mientras Joey le frotaba el hombro. Ninguno de los dos dijo nada.
Grunià de frustración. âBien. Empecemos con algo fácil. Háblame de esa prima tuya a la que supuestamente dejé embarazadaâ
Joey hizo una mueca y se frotó el cuello, algo que he notado que hace mucho cuando está nervioso. âNuevamente, señor, lo siento. Me entró el pánico. Es que⦠no podÃamos dejar que te obligaran a casarte con Sheilaâ.