Capítulo 11
Emparejada
CapÃtulo 11
(Unas horas antes)
(Punto de vista de James)
A las seis de la mañana, una Omega toca la puerta de mi habitación. Me informa de que mi padre necesita verme en su despacho inmediatamente.
No me hace ninguna gracia que me llamen, sobre todo a esta hora tan temprana. Anoche dormi muy poco, di muchas vueltas en la cama y Luke también estaba inquieto. SabÃa que el primer acto conmemorativo del dÃa de Stephanie no
empezarÃa hasta las once de la mañana, asà que esperaba descansar un poco más antes de empezar el dÃa.
Quiero gritarle a la Omega que se vaya y me deje en paz, pero sé que no es culpa suya. En lugar de eso, estoy tentado de mandarle un mensaje de âj*deteâ para mi padre, pero tampoco creo que sea una buena idea. Mi padre ya casi nunca habla. conmigo, asà que sé que sea lo que sea de lo que quiera hablar, debe ser importante. Además, sigue siendo el alfa.
Suspirando, le doy las gracias a la Omega y le digo educadamente que le diga a mi padre que estaré allà en 15 minutos. Ella asiente y se marcha.
Me doy una ducha rápida y me pongo unos pantalones jeans y una camiseta gris lisa. Dado que voy al despacho de mi padre, me planteo por un momento ponerme un traje, pero supongo que si mi padre quisiera verme con ropa formal, me habrÃa avisado con más antelación de la reunión o la habrÃa fijado para una
hora más razonable.
Entro en el despacho de mi padre con diez minutos de retraso. PodrÃa haber llegado a tiempo, pero la impuntualidad es una de las manÃas de mi padre y yo me sentÃa un poco rencoroso. Llegar tarde es mi forma sutil de protesta.
Cuando entro en el despacho del alfa, enseguida me doy cuenta de que mi padre no está solo. Mi madre y los padres de Stephanie también están allÃ.
Levanto la ceja izquierda. â¿De qué se trata?â, pregunto.
âSiéntate, hijoâ.
Tomo asiento junto a mi madre. â¿Qué ocurre, padre?â.
âTienes 26 años. Es hora de que empieces a pensar en hacerte cargo de la manada
âEstoy de acuerdoâ, respondo con cautela.
Mi madre me tiende un vaso de agua. Su gesto me indica que, diga lo que diga mi padre, no me va a gustar. Tomo un sorbo de agua, preparándome para lo que voy a oÃr.
âTambién es hora de que elijas una lunaâ.
Inmediatamente escupo el agua y miro a los padres de Stephanie.
â¿Qué?â
âStephanie lleva tiempo desde que se fue. Todos la echamos de menos, pero ninguno de nosotros se está haciendo más joven. Es hora de que te cases, te hagas cargo de la manada y produzcas un herederoâ.
Miro a los padres de Stephanie, esperando que luzcan tan sorprendidos y atónitos como yo. Sin embargo, ambos me miran como si hubieran estado. preparados para esta conversación.
âPadre, ¿puedo preguntarte por qué han decidido sacar este tema precisamente hoy? Es el aniversario de la muerte de Stephanie. Dentro de unas horas
comenzarán los actos conmemorativos. ¿No deberÃamos estar preparándonos para ellos?â
Beta Robert responde: âFue idea miaâ.
â¿Qué? ¿Por qué?â.
âQueremos anunciarlo hoy a la manadaâ, responde el Beta Robert.
â¿Anunciar qué?â
âTu matrimonio, dentro de un añoâ.
â¿Qué matrimonio? Estoy bastante seguro de que necesito una novia para casarme. Aún no he encontrado a mi pareja de segunda oportunidadâ. â
415 BONUS
âY puede que no la encuentresâ, dice mi madre con suavidad, poniéndome la mano en el hombro. âLas parejas de segunda oportunidad no están garantizadas. Han pasado seis años. Dentro de un año serán siete. No puedes seguir esperando algo que quizá nunca ocurra. Es hora de que elijas una luna y sigas adelanteâ.
âNo entiendo las prisas. Solo tengo 26 años. ¿Por qué tiene que ser ahora?â.
De nuevo, el padre de Stephanie toma la palabra. âJames, Stephanie fue y siempre será mi hija. Pero como Beta de esta manada, tengo la responsabilidad de pensar en su futuro. Como padre, también tengo que pensar en el futuro de Nick, Jenny y mis futuros nietosâ.
No puedo evitar notar que Beta Robert no menciona ninguna preocupación sobre el futuro de su hija menor. Odio a la mocosa, pero, por alguna razón, me molesta que el Beta Robert haga como si ella no existiera.
BIG SALE: 3500 bonus free fou you