Tomando a su hijo como respaldo Capítulo 414
Tomando a su hijo como respaldo (Ella y Vania)
CapÃtulo 414
Los dos intercambiaron una mirada.
Zola desvió su mirada directamente,
Leopold también desvió la mirada en silencio.
âDeja de hacer bromas. Eres un hombre casadoâ, dijo Zola, pareciendo tranquilo.
âBromeo porque estoy casadoâ, sonrió Joel.
ParecÃa haber una pizca de amargura en su expresión.
Al ser un âhombre casadoâ, Zola no sentÃa ninguna molestia.
âTomemos una copaâ, sugirió de repente Xavier.
No querÃa que el ambiente se agriara.
Que Joel invitara a Zola y Quintina fue un gesto de buena voluntad.
âEstaban ansiosos por tomar una copa, pero ahora que están aquÃ, no tienen tantas ganasâ, comentó Xavier, levantando su copa.
Zola buscó el agua cercana.
Joel notó su gesto de inmediato.
âZola, ¿agua?â Joel no lo podÃa creer.
ConocÃa la afición de Zola por el alcohol.
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âTengo ensayos mañana, asà que me saltaré el alcohol. Yo me quedo con el agua mientras tú bebes, sin trucosâ, aseguró Zola.
âTus palabras son contradictorias. Sólo toma un pocoâ, insistió Joel.
âContigo cerca, ¿puedo beber un poco? ¿Me dejarás irme si no me desmayo? -replicó Zola-.
âNo puedo beber como antes. Unos sorbos y listoâ, Joel se mantuvo firme.
Zola no se tragó las excusas de Joel.
La afición de Joel por el alcohol le hizo preguntarse cuánto habÃa aumentado su tolerancia con el paso de los años.
Realmente se arrepintió de no haberse negado antes de que Quintina aceptara o incluso de no haberlo rechazado después de que ella aceptó.
Si se emborrachaba esta noche, los ensayos de mañana serÃan un desastre.
La última vez pasó un dÃa durmiendo en el salón de Leopold.
No podÃa permitirse el lujo de repetirlo.
âBeberé el vino de Zolaâ, habló de repente Quintina.
Sus palabras llamaron la atención de todos.
Quintina no pasaba mucho tiempo bebiendo y mucho menos con ellos.
Entonces, ¿cómo era su tolerancia al alcohol?
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12:41 viernes, 15 de marzo
CapÃtulo 414
Probablemente Xavier no tenÃa idea.
Pero Zola lo sabÃa.
Quintina podÃa aguantar el licor, pero no era inmune a emborracharse.
Y se sintió fatal después de emborracharse.
Ella era una de esas personas que no podÃan recuperar la sobriedad durante mucho tiempo, a diferencia de Zola.
Cuando Zola se emborrachaba, una buena noche de sueño normalmente bastaba para que se sintiera mucho mejor.
No esperaba que Quintina fuera tan atrevida. Debe tener buena tolerancia, comentó Joel sorprendido.
El agarre de Xavier sobre su vaso se hizo más fuerte.
Sin embargo, no dijo nada.
âNo tan bueno como túâ, le espetó Zola a Joel, luego cedió, âQuintina, me encargaré yo mismoâ.
Zola, L.
âSolo estaba jugando con Joel. ¿No es asà como suele ser la gente que bebe? Comienzan con un poco de actitud, luego esperan hasta que todos estén igualmente borrachos y ¡entonces se sueltan! Zola interrumpió a Quintina.
ConocÃa la culpa de Quintina.
Después de todo, fue Quintina quien aceptó venir a comer con ellos.
Y después de tantos años de amistad, seguramente se darÃa cuenta de que a Zola no le gustaba mucho eso.
âZola, toma tu vaso y bebeâ, instó Joel, con el ánimo en alto.
Todos levantaron sus copas.
âLeopold, ¿qué pasa?â Joel giró la cabeza para ver que Leopold no sacaba su taza y lo llamó.
Leopold rápidamente dejó su teléfono y se unió a ellos para tomar una copa.
Y asà comenzó oficialmente la cena.
Joel era particularmente hábil a la hora de crear el ambiente. Sin dudarlo, involucró a todos los presentes, reconociendo la posible incomodidad debido a su estatus, asegurándose de que las conversaciones fluyeran y los vasos tintinearan.
La comida se prolongó durante tres horas.
Zola realmente estaba luchando por mantenerse al dÃa,
A este paso, el ensayo de mañana seguramente se verÃa afectado.
El recuerdo de Carly regañándola la última vez pasó por su menteâ¦
Bueno, ella no podÃa beber más.
Zola se dirigió al baño con el pretexto de una excusa.
Necesitaba mantenerse alerta.
Cuando las personas estaban un poco borrachas, tendÃan a buscar más alcohol.
Ella misma se estaba acercando a ese estado.
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Se echó agua en la cara en el baño para aclararse la cabeza.
Pasó un rato antes de que abriera la puerta del baño para salir y viera a Leopold parado en la entrada.
Ella le lanzó una mirada y notó el bastón en su mano.
Entonces, quedó discapacitadoâ¦
No fue una lesión temporal.
Leopold también sintió la mirada de Zola.
¿Zola se acaba de dar cuenta de que estaba discapacitado?
Su nuez se balanceó mientras decÃa. El ensayo de mañana está canceladoâ.
â¿Qué?â Zola quedó desconcertada.
â¿No has visto el mensaje del grupo?â preguntó Leopold
He estado ocupado bebiendo con Joel. ¿Cuándo se canceló y por qué?â Zola preguntó
Zola estaba muy desconcertada.
Sacó su teléfono y continuó haciendo preguntas.
Al mirar el chat grupal, de hecho recibieron un anuncio de que el ensayo de mañana fue cancelado. Todos descansen para los intensos ensayos que se avecinan.
Leopold no era el lÃder del grupo.
Sin embargo, sólo él podrÃa haber hecho ese anuncio.
Dejando su teléfono a un lado, preguntó. â¿Por qué cancelar ahora cuando el calendario es tan apretado?â
âPorque he bebido demasiado esta noche y mañana no tendré ganasâ, explicó Leopold.
Zola lo miró fijamente, incrédula.
Ella no podÃa creer que él dijera tal cosa.
Este era un hombre conocido por sus tendencias adictas al trabajo, capaz de pasar dÃas sin comer, beber o dormir durante todo el dÃa.
por el trabajo
Muy bien, admitió que su descripción podrÃa ser un poco exagerada.
Pero Leopold no permitió que asuntos personales interfirieran en su trabajo.
Me estoy haciendo mayor, continuó Leopold percibiendo la sorpresa de Zola. âya no puedo soportarloâ
De hecho, estaba entrando en años.
A su edad, ¿por qué molestarse con el alcohol?
Zola no presionó más y pasó junto a Leopold.
âAunque no hay ensayo mañana, no te excedas. Asshol puede hacerte ganar peso, y eso no quedará bien en tatortaâ, añadió.
Con ese. Leopoldo entró en los baños.
12:41/viernes, 15 de marzo
CapÃtulo 414
Zola observó cómo se cerraba la puerta y se dio cuenta de que Leopold estaba criticando su peso.
Aunque no tenÃa la tÃpica figura delgada que exige la industria del entretenimiento, tampoco tenÃa sobrepeso.
Incluso después del parto, no tenÃa ni un gramo de grasa.
¿Estaba Leopoldo ciego?
La obsesión de la industria del entretenimiento por la delgadez rayaba la cordura.
Zola volvió a la mesa.
â¿Qué ocurre?â Quintina, con el rostro enrojecido por el alcohol, preguntó.
Dada su enérgica exhibición de hoy, Joel parecÃa estar destacandola.
Pero Quintina era del tipo que se mantenÃa racional incluso estando ebria.
Inmediatamente sintió la frustración de Zola.
âNada. Zola respondió, algo bruscamente.
âNo eres feliz, pero dices que no es nadaâ, Joel, ahora bastante borracho, se mostró aún más natural con Zola. âSeñorita, ¿quién la tiene tan nerviosa?â
âNadieâ, dijo Zola, levantando su vaso para tomar un sorbo.
Después de todo, mañana no habÃa ensayo.
Un dÃa de descanso después de emborracharme y todo estarÃa bien al tercer dÃa.
â¿Estás tan molesto que estás bebiendo solo? ¿Qué está sucediendo?â -Preguntó Joel.
âNo, simplemente creo que estoy demasiado gordaâ, confesó Zola.
Mientras hablaba, Leopold salió del baño.
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