Chapter Capítulo 86
La mamá de mi hijo será mi mujer
CapÃtulo 86 Por la tarde, Tessa le dio lecciones a Gregory como de costumbre. Dejó de enseñar después de dos perÃodos y permitió que el niño digiriera la lección por sà mismo.
La música no era algo que uno pudiera aprender de la noche a la mañana, y uno necesitarÃa una base estable para florecer en el futuro. Los dos salieron del estudio, uno tras otro, y se trasladaron al pasillo para descansar.
Mientras tanto, Andrew sirvió unos deliciosos postres. Gregory comió dos piezas, luego le dio a Tessa otras dos. El ambiente entre ellos era cálido y amistoso.
Después de eso, el niño fue a buscar sus herramientas de dibujo y comenzó a dibujar en la mesa de café. Tessa querÃa unirse a él, pero su teléfono sonó en ese momento.
âHola, ¿es esta la señorita Reinhart?â
Tan pronto como descolgó, escuchó una voz humilde y cortés.
â¿Y usted es?â Tessa frunció el ceño.
âHola, señorita Reinhart. Soy Patrick Kramer, abogado de Reinhart Group. Me he puesto en contacto con usted hoy para programar una reunión con usted para que podamos discutir algunas cosas. Me preguntaba si tendrÃa tiempo...
âNo lo tengo. No tengo nada que discutir contigo. Tessa interrumpió al otro con frialdad y luego colgó de inmediato.
¿Un abogado de Reinhart Group? ¡Pst!
Ni siquiera tuvo que pensar para saber la razón por la que esta persona la contactó. ¿De qué otra cosa hablarÃa además de los estúpidos temas relacionados con la familia Reinhart?
¿Parezco como si estuviera interesado en esos temas tontos?
Mientras tanto, en la oficina del abogado en Reinhart Group estaba sentado un Partick de aspecto exasperado. No esperaba que la llamada terminara tan rápido y miró a Sophia a su lado, suspirando. âSeñorita Sophia, ella colgóâ.
â¿Qué?â Sophia instantáneamente apretó los dientes con ira.
Estaba llena de rabia, que apenas tenÃa dónde desahogar. Maldijo en voz baja: â¡Esa desdichada Tessa! ¡Ella realmente quiere destruir a mis padres! ¡Qué ingrata!
Esta mañana, después de que arrestaran a Silas y Lauren, Sophia habÃa ido a la empresa a buscar ayuda.
Cuando Patrick se enteró de la situación, corrió inmediatamente a la estación de policÃa e intentó rescatar a Silas. Sin embargo, la policÃa rechazó la fianza.
Se apresuró a recopilar más información sobre el caso. Cuando entendió cómo sucedió todo, sugirió que Sophia y Tessa deberÃan hablarlo entre ellas; de ahà la convocatoria anterior.
Sin embargo, Patrick no esperaba que Tessa colgara, ¡sin consideración por ellos! A pesar de ser un caso difÃcil, analizó la situación profesionalmente. âSeñorita Sophia, la culpa principal recae en el Sr. Reinhart, por lo que él también tiene que asumir la responsabilidad. Este incidente no es tan grave como pensábamos. Mientras podamos convencer a la señorita Reinhart y a su hermano de que retiren los cargos, podemos resolver el resto.
Sophia se enfureció cuando dijo con insatisfacción: â¿Estás sugiriendo reconciliación? ¡Mira su actitud! Ni siquiera podemos hablar correctamente; ¿Cómo se supone que voy a reconciliarme con ella?
A Patrick también le resultó difÃcil, pero le aconsejó con paciencia y le explicó: âTal vez podamos intentar otra forma de convencerlosâ.
Al escuchar eso, Sophia frunció el ceño mientras miraba a Patrick. â¿Que camino?â
Patrick respondió: âTe sugiero que les des algo bueno. Puede ser dinero o algo más, simplemente algo con lo que estarÃan satisfechos. Tal vez entonces estarán dispuestos a dejar ir al Sr. y la Sra. Reinhartâ.
Ante eso, Sophia lo miró con furia y gritó: â¡Debes estar bromeando! Esos dos dañaron a mis padres, ¿pero todavÃa tengo que darles algo bueno? ¡Disparates!â
Patrick permaneció paciente. â¡Señorita Sophia, no puede pensar asÃ! La noticia del arresto del Sr.
Reinhart todavÃa se suprime; aún no se ha corrido la voz. Mientras tanto, tenemos que aprovechar esta oportunidad para sacarlos. De lo contrario, cuando la gente lo sepa, la situación ya precaria de Reinhart solo empeorará, ¡quizás incluso hasta el punto de no retorno! ¡Por favor considere la situación!â
Mientras Sophia escuchaba, estaba tan enojada que podrÃa explotar en cualquier momento.
¡Claro que no lo consideraré! Esa desdichada Tessa metió a mis padres en la cárcel, asà que ¿por qué deberÃa inclinar la cabeza ante ella y mucho menos darle beneficios solo para salvar nuestro pellejo? ¡Ella puede seguir soñando!
¡Nunca, en un millón de años, me rendiré ante Tessa!