Chapter Capítulo 6
La mamá de mi hijo será mi mujer
CapÃtulo 6 No la quiero cerca de Gregory âBueno, yo... âTessa lanzó una breve mirada a Nicholas, sin saber cómo responder a la pregunta de Gregory.
Al segundo siguiente, los ojos del niño se pusieron rojos y apretó los labios en una fina lÃnea mientras intentaba no llorar, pero, por desgracia, sus lágrimas cayeron de todos modos. Y bastó para que el corazón de Tessa se rompiera en mil pedazos.
A un lado, Kieran sintió que su corazón se retorcÃa ante el llanto silencioso de Gregory, e intervino de inmediato:
âDeja que lo lleve un rato, Nicholas. ¿Por qué tanta prisa? Además, esta dama va a salir al escenario dentro de un rato, asà que podrÃa llevar a Greg a la sala e ir a la actuación después. Quiero decir, mira a nuestro bebé, ¡está llorando! Si mamá ve lo hinchados que tiene los ojos, se va a asustar.
Nicholas frunció el ceño, y su aguda mirada se detuvo en Tessa durante un largo momento. «¿Qué pasa con esta mujer? ¿Qué ha hecho para que Greg esté tan obsesionado con ella?», pensó. Pero tampoco querÃa ver llorar a su sobrino, asà que mantuvo la compostura y dijo en tono cortante:
âSi no es mucha molestia, señorita Reinhart, le agradecerÃamos mucho que le hiciera compañÃa a nuestro Gregory durante un rato más. Es sólo un niño, y puede ser un poco pegajoso, asà que esperamos que no le importe.
Al instante, Tessa sacudió la cabeza:
âOh, por favor, no hay necesidad de ser tan formal. No es ningún problema cuidar de él âaccedió. La verdad era que le tenÃa demasiado cariño a Gregory como para pensar en cuidarlo como una tarea, aunque reconocÃa que le sorprendÃa que Nicholas permitiera que una extraña como ella cuidara de su hijo.
Gregory, en cambio, no se entretuvo demasiado en eso. Se habÃa animado mucho después de que su padre le diera luz verde y, con su caracterÃstica voz infantil, exclamó:
â¡Gracias, papá! âentonces, se giró para mirar a Tessa con adoraciónâ: Preciosa, todavÃa necesitas un violÃn, ¿no? Te llevaré a ver la enorme colección de violines de la abuela y podrás elegir el que quieras.
Tessa asintió con indulgencia.
âMuy bien, guÃame.
Con el ánimo elevado, Gregory extendió su manita y le indicó a Tessa la dirección a seguir. Sin más, ambos se retiraron de las inmediaciones de la sala VIP y se dirigieron a la improvisada sala de música de la Señora Sawyer en el yate.
Ahora que Kieran y Nicholas eran los únicos que quedaban, intercambiaron una rápida mirada de incredulidad. El primero fue el primero en reflexionar con desconcierto:
âVaya, ¿no crees que Greg está siendo demasiado generoso? Mamá no dejaba ni respirar sobre su colección de violines, y sólo los puso a la vista porque hoy es el cumpleaños de Greg. ¿Vamos a dejar que lleve a los extraños a la sala y les preste el instrumento que quieran?
La mirada de Nicholas se ensombreció, pero no dijo nada mientras observaba cómo Tessa y Gregory interactuaban entre sà más adelante. Girándose, se dirigió al guardaespaldas que tenÃa al lado en voz baja:
â¡Cuéntame todo lo que ha pasado antes, y no te pierdas ningún detalle!
El guardaespaldas sabÃa que no debÃa hacerle esperar, asà que le contó de inmediato todo lo que habÃa ocurrido fuera de la sala de la orquesta y que habÃa llevado a ese momento entre Tessa y Gregory.
Tras escuchar todo aquello, Nicholas se limitó a fruncir el ceño. Por lo que pudo darse cuenta, Gregory era quien habÃa ofrecido su afecto a la mujer, sin que ella hubiera hecho nada. «Pero el pequeño nunca habÃa estado tan cerca de ninguna extraña, asà que ¿por qué esta mujer? ¿Qué tiene de especial?», pensó.
Nicholas seguÃa reflexionando sobre eso cuando Kieran recordó de repente algo a su lado. Frotándose la barbilla con aire pensativo, dijo en voz baja:
âRecuerdo que Greg dijo que querÃa que cierta violinista actuara para su cumpleaños, e incluso me dijo su nombre completo.
¿Crees que esa mujer es la violinista de la que hablaba? Si es asÃ, entonces... Greg debe haberla visto antes.
Al oÃr eso, la expresión de Nicholas se volvió tormentosa.
â¡Nicholas, creo que hay algo raro en esta mujer! Tal vez ella está tratando de acercarse a Greg con algún motivo ulterior en mente. Tenemos que estar en guardia. ¡En cuanto termine la función, no quiero a esta mujer cerca de Gregory! âNicholas ladró con tono frÃo.
âPor supuesto. Déjamelo a mà âprometió Kieran con tono solemne y aspecto sombrÃo.
...
En la sala de música, Tessa se sorprendió al ver las docenas de preciosos e inestimables violines que se exponÃan ante ella. De todos los instrumentos que habÃa allÃ, el más barato podÃa llegar a costar cerca de un millón, y si habÃa un accidente, se estremecÃa al pensar en cómo iba a pagar los daños.
En ese momento, Greg levantó la mano y señaló el violÃn que estaba en el estante más alto, y luego le dijo a uno de los guardaespaldas que estaban detrás de ellos:
âTú, baja ese violÃn de inmediato.
Sin perder un segundo, el guardaespaldas hizo lo que le dijeron.
Gregory miró a Tessa con cariño:
âBonita dama, este violÃn te sienta bien.
Cuando echó un vistazo al instrumento, sintió que su corazón se detenÃa. El violÃn que se le presentaba habÃa sido fabricado a mano por uno de los más renombrados fabricantes del mundo, y valÃa al menos diez millones. «Pedirme que toque sinfonÃas con esto sólo añadirá presión a mi actuación», pensó.
En ese momento, Nicholas y Kieran estaban de pie en la puerta mientras observaban esta escena con leve interés.
Tal vez influido por la insistencia de Gregory y algo desconcertado por la posterior vacilación de Tessa, Nicholas habló con frialdad:
âSeñorita Reinhart, ya que hoy es el cumpleaños de Gregory, deberÃa llevar el violÃn para su actuación si le gusta tanto.
A juzgar por la dura afirmación en su tono, ella se dio cuenta de que no ofrecÃa espacio para la negociación o el rechazo. No obstante, seguÃa siendo escéptica al escucharlo, pero cedió y agarró el violÃn con la mayor gracia posible.
âEn ese caso, yo... Gracias, presidente Sawyer.
Nicholas asintió, inexpresivo.
âEste violÃn es el único de su clase, asà que espero que pueda sacar lo mejor de él, señorita Reinhart. No querrÃamos que Gregory se decepcionara ahora, ¿verdad? âpreguntó. Con eso, levantó el brazo y comprobó la hora en su reloj de pulsera de edición limitada para coleccionistas, y luego señalóâ: El banquete ya está empezando. Puede irse a preparar para la actuación, señorita Reinhart. Yo sacaré a Gregory de aquÃ. Nos vemos luego, en la ceremonia.
Entonces, sacó a Gregory de sus brazos con un hábil movimiento. Reacio a marcharse, el niño miró a Tessa con nostalgia y murmuró:
â¡Nos vemos luego en el banquete, bonita!
Nicholas no le dio la oportunidad de protestar o entretenerse mientras giraba sobre sus talones y salÃa de la sala de música sin mirar atrás.
Cuando su figura en retirada desapareció de la vista, Tessa dejó escapar un pequeño suspiro de alivio. MentirÃa si dijera que no sentÃa la cautela y la aversión de Nicholas hacia ella, pero no podÃa culparlo. Al fin y al cabo, Gregory era un niño importante que iba a heredar el nombre y la fortuna de la familia Sawyer. TenÃa sentido que estuviera bajo un escrutinio y una protección tan intensos en todo momento