Chapter Capítulo 5
La mamá de mi hijo será mi mujer
CapÃtulo 5 PodrÃa quedarme con usted â¡Bonita, está justo delante! âexclamó Gregory mientras señalaba el salón de adelante. «Papá debe estar ahà dentro ahora mismo, y cuando vea a esta guapa mujer, ¡seguro que se enamorará de ella! ¡Entonces al fin se convertirá en mi mami!», pensó.
En marcado contraste con la emoción del pequeño, Tessa estaba inquieta. En ese momento se encontraban en la sala VIP, que estaba metida en el centro del yate. En la entrada habÃa una hilera de guardaespaldas, que parecÃan estatuas anchas e imponentes, con una fachada intimidante.
Al verlos, Tessa aminoró sus pasos y dudó:
âOye, pequeño, ¿por qué no te dejo aquà y tú caminas el resto del camino? Seguro que no tengo que entrar contigo.
El niño le rodeó el cuello con sus brazos mientras gritaba:
â¡No, quiero que entres conmigo!
âPero... âella no sabÃa qué debÃa hacer. Los Sawyer podrÃan estar en ese salón ahora mismo, y serÃa inapropiado que ella, una extraña, se entrometiera.
â¿Acaso te caigo mal? âpreguntó. De repente, el niño hizo una mueca, sus grandes ojos brillaron mientras la miraba con tristeza.
De inmediato, ella respondió:
âNo, por supuesto, ¡me caes bien! ¿Cómo no, si eres tan adorable?
âEntonces, ¿por qué no quieres entrar conmigo? Sólo significa que me mientes cuando dices que te caigo bien âmurmuró el pequeño, con la voz a punto de romperse en un llanto mientras mantenÃa sus brazos alrededor de ella.
En ese momento, Nicholas salió del salón, pero se asustó tanto al ver a su propio hijo lloriqueando en brazos de una mujer que se detuvo en seco. Kieran, en particular, parecÃa que su mandÃbula iba a caer al suelo pronto.
âDios, ¿de verdad Greg está pidiendo atención? âpreguntó. Aparte de Nicholas y la madre de Kieran, Greg no mostraba afecto por ninguna otra mujer. Se echaba atrás con disgusto cada vez que alguien le rozaba la piel, asà que abrazarlo era casi imposible. «Es la primera vez que lo veo acercarse tanto a otra mujer», pensó desconcertado. «¿Qué demonios está pasando aquÃ?»
Al oÃr las pisadas que se acercaban, Tessa levantó la vista y al instante cruzó la mirada con dos hombres muy guapos.
Reconoció primero a Kieran: Era algo asà como la mano derecha del Grupo Sawyer. AparecÃa con frecuencia en las revistas de finanzas y estaba entre los diez solteros más codiciados de la sociedad de Brentwood. Con buena apariencia y encanto de sobra, pronto se hizo un nombre como un mujeriego, diabólico e incorregible rompecorazones, aunque eso no impidió que las hordas de mujeres lo adulasen.
En cuanto al hombre que estaba al lado, tenÃa un gran parecido con el niño en brazos de Tessa. El hombre parecÃa haberse instalado en la cima de la cadena social, como si fuera un rey intocable. Aunque tenÃa un aspecto frÃo y distante, habÃa un inconfundible aire de nobleza en él.
«Este debe ser Nicholas Sawyer», pensó Tessa. Era una figura esquiva que no habÃa aparecido ni una sola vez en ninguna revista ni en las noticias, pero era una existencia que no podÃa ser replicada ni superada.
En ese momento, la formidable pareja de hermanos la observó con cautela. Ella contuvo la respiración cuando sintió que sus miradas se fijaban en ella, y de inmediato inclinó la cabeza en señal de saludo.
âPresidente Sawyer, señorito Kieran âempezó diciendo, con la intención de no quedar como una idiotaâ. Soy Tessa Reinhart, violinista de la orquesta contratada para la celebración de hoy. El joven señor se paseó antes por el salón de la orquesta, y lo he traÃdo de vuelta, como pueden ver.
Cuando Nicholas y Kieran escucharon eso, se dieron cuenta de que no tenÃan nada que preocuparse. Con voz frÃa y nÃtida, Nicholas dijo:
âGracias por traerlo, señorita Reinhart. Puede irse después de dejarlo.
Su voz era profunda y un poco ronca, y cuando hablaba, era como si el resto del mundo se fundiera en el fondo.
Aturdida, Tessa asintió y se dispuso a dejar al pequeño en el suelo. Sin embargo, él apretó los brazos alrededor de su cuello mientras gritaba:
â¡No, no quiero que me pongan en el suelo! Quiero que la bella dama me lleve en brazos.
Le gustaba lo cálido que se sentÃa en los brazos de Tessa, y no querÃa dejarla ir. Además, querÃa que ella conociera un poco mejor a Nicholas. «¡Pero papá necesita mucha ayuda en el departamento de caballerosidad! ¿Cómo puede hablar con ese tono a la bella dama? ¡Este hombre no tiene remedio!»
Mientras tanto, Nicholas y Kieran estaban muy sorprendidos por la ávida protesta del chico. Ninguno habÃa esperado que el niño hubiera desarrollado una afición tan fuerte por una mujer en el primer encuentro. Tessa también empezaba a estar nerviosa mientras lo engatusaba:
âCariño, escúchame bien, ¿quieres? TodavÃa tengo una actuación más tarde, y tengo que dejarte ahora, o no podré hacer mi trabajo.
âBueno, si no puedes hacer tu trabajo, entonces renuncia ârefunfuñó el pequeño, todavÃa haciendo pucheros. Ella sacudió la cabeza con firmeza, pero sus ojos eran amables mientras intentaba persuadirlo:
âEso no va a funcionar, porque si no vuelvo a trabajar ahora, me despedirán en el acto. Si eso ocurre, perderé mis ingresos y no tendré dinero para pagar la comida. No querrás que me muera de hambre, ¿verdad, pequeño?
âNo pasa nada si te despiden; ¡puedo quedarme contigo y alimentarte si quieres! âsu voz subió una octava mientras la miraba con orgullo, como si acabara de dar una promesa de caballero por primera vez en su vida. A Tessa le hizo mucha gracia, tanto que no estaba segura de cómo debÃa responder.
En ese momento, Nicholas intervino con tono seco:
â¡Gregory Sawyer, deja de molestar de una vez! âpronunció. ParecÃa impasible, pero habÃa un timbre de autoridad en su voz.
Extendió la mano y apartó a Gregory de los brazos de Tessa, diciendoâ: Ven aquà y deja de causarle problemas a esta dama.
Cabizbajo, el pequeño bajó la cabeza y parpadeó con sus grandes ojos saltones, con aspecto abatido, mientras le preguntaba a Tessa en voz baja:
â¿De verdad te he causado problemas, bonita?