Chapter Capítulo 467
La mamá de mi hijo será mi mujer
Parece que me he metido debajo de la piel de Nicholas. Me pregunto si me hará pasar un mal rato en el futuro, pensó Timothy para sà mismo.
...
Tessa todavÃa se sentÃa algo incómoda al enfrentarse a Timothy a la mañana siguiente, pero se relajó lentamente mientras Gregory contaba una broma tras otra.
Los cuatro desayunaron juntos en un ambiente agradable antes de tomar caminos separados.
Después de enviar a Tessa al hotel donde se hospedaba la orquesta, Nicholas fue al hospital a visitar a Remus.
Remus habÃa mejorado mucho después de recibir tratamiento en estos dÃas.
Cuando Nicholas entró en la sala de Remus, se sorprendió al descubrir que Hayley también estaba aquÃ. No solo eso, sino que ella y Remus estaban charlando y riéndose.
En ese momento, Hayley notó que Nicholas estaba parado en la puerta y se puso de pie feliz. âPor fin estás aquÃ, Nicolásâ.
Mirándola con frialdad, Nicholas preguntó con el ceño fruncido: â¿Por qué estás aquÃ?â
La sonrisa en el rostro de Hayley se congeló en el instante en que escuchó el tono de voz poco acogedor del hombre. Mirando a Nicholas con una mirada de vergüenza, respondió con una voz encantadora y gentil que sonaba un poco herida: âEstoy aquà para visitar al viejo maestro Sawyerâ.
Al ver la escena, Remus inmediatamente saltó en su defensa. âFui yo quien dejó entrar a Hayley. ¿Qué pasa? ¿Tienes alguna objeción?
Lanzando una mirada al algo irritado Remus, Nicholas respondió impasible: âNo, no lo hagoâ.
âQué bueno que no lo hacesâ. Remus dejó escapar un suave resoplido. Luego, recordando cómo Nicholas habÃa impedido que Hayley y los Stones lo visitaran, reprendió: â¿Por qué prohibiste a Hayley entrar en mi barrio? Vino a visitarme con la mejor de las intencionesâ.
âAshton dijo que necesitas recuperarteâ, dijo Nicholas mientras lanzaba una mirada a Hayley con una mirada aterradoramente helada en sus ojos. No hace falta decir que esta mujer debe haberse quejado con el abuelo sobre mÃ. Después de todo, le oculté al abuelo que tenÃa prohibido que los Stones lo visitaran.
Sintiendo la mirada del hombre, Hayley subconscientemente miró hacia arriba.
Sin embargo, Nicholas habÃa ocultado muy bien las emociones en sus ojos en este momento.
Al darse cuenta de que Nicholas la estaba mirando, Hayley instintivamente frunció los labios, queriendo darle una sonrisa que pensó que era atractiva. Sin embargo, Nicholas retiró la mirada antes de que la sonrisa pudiera extenderse por su rostro.
En ese momento, sonó la voz sonora y contundente de Remus. âEstoy perfectamente bien y no necesito recuperarme. No impida que Hayley y los Stones entren más en mi barrioâ.
Nicholas escuchó en silencio sin responder a Remus. Se quedó para hacerle compañÃa a Remus mientras conversaba con este último de manera desganada. La luz dorada del sol brillaba sobre él a través de la ventana como si lo cubriera con luz. Este capÃtulo es proporcionado por infobagh.com. Visite infobagh.com para obtener actualizaciones diarias. Con su apariencia incomparablemente hermosa, se veÃa muy noble, como un ángel que habÃa descendido del cielo.
Mirando a Nicholas con enamoramiento, Hayley querÃa hablar más con él. Toma, toma una manzana, Nicholas. Es muy dulce.â Ella le entregó tÃmidamente una manzana que acababa de pelar.
Nicholas lanzó una mirada a la manzana antes de que sus finos labios se abrieran. Ãl se negó, âNo es necesarioâ.
No dispuesta a darse por vencida, Hayley intentó entablar una conversación con Nicholas. Sin embargo, él no respondió a sus palabras sin importar lo que ella dijera.
Al final de la visita, Nicolás se preparó para partir.
Mirando a Hayley a su lado, Remus sugirió: âEn ese caso, envÃa a Hayley a casa tambiénâ. A pesar de que habÃa cedido antes, todavÃa esperaba que Nicholas y Hayley pudieran estar juntos, por lo que ayudó a crear una oportunidad para que los dos se llevaran bien. Tal vez al entrar en contacto con ella más a menudo, Nicholas se dará cuenta de que Hayley es la persona más adecuada para él.
Habiendo descubierto lo que Remus estaba pensando, Hayley estaba secretamente encantada. ¡Resulta que mis esfuerzos por venir y hacerle compañÃa a este anciano todos los dÃas no son en vano! pensó. Se volvió para mirar a Nicholas con una sonrisa y dijo: âEntonces, gracias por llevarmeâ.
Por otro lado, Nicholas sabÃa muy bien lo que estaba pensando Remus. Después de lanzar una mirada helada a Hayley, dijo sin expresión: âEstá fuera de mi caminoâ. Luego, se fue sin mirar atrás.
Remus parecÃa un poco avergonzado mientras observaba a Nicholas irse con decisión.
Hayley se quedó estupefacta por un momento antes de sentirse abrumada por la vergüenza. Como no podÃa importarle menos nada más en este momento, fue tras él con sus tacones altos, trotando todo el camino antes de detener a Nicholas fuera del ascensor. â¡Espera un minuto, Nicolás!â
El rostro de Nicholas se endureció cuando la vio. âFuera de mi camino.â