Chapter Capítulo 379
La mamá de mi hijo será mi mujer
CapÃtulo 379 Cuando Tessa volvió a casa por la noche, Nicholas se habÃa despertado en Southend. Después de lavarse, tomó su teléfono y llamó a Tessa mientras bajaba las escaleras.
La llamada se realizó rápidamente y el rostro de Tessa apareció en la pantalla, con una sonrisa curvándose en sus labios. Obviamente, estaba de buen humor. âBuenos dÃas, Nicolásâ.
âBuenas noches a usted.â
Nicholas notó la felicidad en su voz, y se rió entre dientes, su voz sonora, â¿Pasó algo? Te ves feliz.â
Tessa parpadeó y mintió: âSÃ. Mi maestro me elogió hoyâ. Ella le ocultó la verdad para poder darle una sorpresa.
Nicholas nunca esperó que ella le ocultara nada, asà que creyó lo que dijo. âEs solo un elogio. ¿Es eso algo por lo que estar tan feliz?
âPor supuesto. Significa que mi maestro me ha reconocidoâ. No querÃa insistir en este tema, asà que lo cambió. ¿Dónde está Greg? ¿Está despierto?
âSÃ. Está justo a mi lado.
En el momento en que dijo eso, la pantalla comenzó a temblar y escuchó a Gregory decir: âPapá, dame el teléfono. La señorita Tessa me echa de menos. El niño tomó el teléfono de su padre y dijo: âLa extraño, señorita Tessaâ.
âYo también te extrañéâ.
Gregory sonrió felizmente y dijo: â¿Ya comiste? Y está empezando a hacer frÃo. No olvides llevar más capas para que el frÃo no te alcance. Si tienes gripe, tendrás que tomar esas medicinas amargas. Son muy difÃciles de comerâ.
A Tessa le conmovió que Gregory se preocupara tanto por ella. Ella lo miró suavemente. âNo te preocupes. Me cuidaré. CuÃdate tú también, ¿de acuerdo?
Los dÃas siguientes fueron iguales para Tessa. Siguió practicando y practicando, pero también estaba contando los dÃas en los que regresarÃa a Xerthania. Hov sucedió justo antes de que se suponÃa que debÃan irse. Cuando Hathaway le contó la noticia, ella la miró, sorprendida. â¿Ya no vamos a Xerthania?â
âSÃ. La actuación acaba de ser cancelada. Primero vamos a Filisburgo. La actuación de Xerthania se retrasa dos mesesâ, respondió Hathaway, diciéndole la razón nuevamente.
El corazón de Tessa se hundió y una mirada de decepción se grabó en su rostro.
Hathaway notó su mirada adusta y preguntó: â¿Qué pasa, Tessa?â.
âEstoy bien.â Tessa forzó una sonrisa. Hathaway la miró con recelo y Tessa se animó. âVolveré a practicar si no hay nada másâ.
Hm. No parece triste ni nada. Hathaway asintió.
Cuando salió de la oficina, sus hombros se hundieron. ¿Dos meses? Pero los extraño. Cuando volvió a casa, Tessa se sentó en el sofá y dejó escapar su decepción. Se volvió loco en su casa y llenó el aire con un ambiente sombrÃo.
No fue hasta que recibió una llamada de Nicholas que ese aire sombrÃo se elevó un poco. Se animó y tomó la llamada, pero la expresión de su rostro le dijo a Nicholas que no estaba feliz.
âNo tienes que sonreÃr si no quieresâ, Nicholas vio a través de su sonrisa forzada, y se sintió triste por ella. âDime lo que sucedió.â
PodÃa oÃr la firmeza en su voz. Era como si le estuviera diciendo que siempre podÃa contar con él sin importar lo que pasara. Fue conmovedor y se sintió como una niña maltratada que finalmente vio a sus padres. Tessa comenzó a sollozar y le contó todo. âLa orquesta iba a actuar en Southend el próximo mes. Iba a ir con ellos y sorprenderlos, pero la señorita Hathaway me dijo hoy que la presentación se cancelóâ.