Chapter Capítulo 356
La mamá de mi hijo será mi mujer
CapÃtulo 356 âEstá bien. Es mi culpa por hacerte llorar.
Cuando miró al hombre que tomó la iniciativa de admitir su error, Tessa se echó a llorar y sonrió.
Nicolás la miró con ojos llenos de ternura y cariño. âAntes de conocerte, nunca hubiera pensado en vivir una vida asÃ, pero después de conocerte, parece que esa vida no es tan malaâ.
Cuando escuchó al hombre suspirar, lo miró fijamente durante unos segundos.
Luego, dejó el violÃn a un lado y tomó la iniciativa de dar un paso adelante y abrazarlo. âGracias. Realmente disfruté todo hoyâ.
âMientras te haya gustadoâ. Nicolás le devolvió el abrazo.
Bajo las luces de colores, la escena de ambos abrazándose era hermosa.
Después de un rato, Tessa levantó la cabeza y preguntó con una sonrisa: â¿Quieres escuchar el violÃn? Tocaré una canción para tiâ.
âSÃ.â No rechazó la oferta.
Ella asintió, caminó hacia un lado y sacó el violÃn antes de que el romántico Sueño de una noche de verano sonara lentamente en el aire.
El sonido ligero y ágil del violÃn que iba acompañado del sonido de las olas, el viento y el canto ocasional de las gaviotas se asemejaba al canto de la sirena del mar. Fue maravilloso y agradable al oÃdo.
En la primera clase, las personas que tocaban el violÃn eran más como duendes que exudaban luz, lo cual fue fascinante.
Al final de la canción, Tessa miró a Nicholas expectante. â¿Suena perfecto?â
âEs maravillosoâ, respondió Nicholas mientras caminaba paso a paso. Se quedó quieto frente a Tessa, su voz suave y encantadora. â¿Sabes lo que realmente quiero hacer ahora?â
El corazón de Tessa inexplicablemente dio un vuelco. Ella sacudió su cabeza. âYo no.â
âQuiero besarte.â
Nicholas tomó el violÃn en su mano y lo puso sobre la mesa junto a él, luego bajó la cabeza de repente y besó sus suaves labios.
La fragancia que le pertenecÃa a ella seguÃa atrayéndolo para profundizar el beso.
No pudo evitar agarrar con fuerza la esbelta cintura de la mujer como para absorberla en su cuerpo, pero aun asÃ, todavÃa sentÃa que no era suficiente.
Tessa estaba mareada y débil por el beso, y solo podÃa agarrar instintivamente el objeto que tenÃa a su lado para apoyarse.
Mientras ella estaba en un estado de confusión. Nicholas la soltó de repente y la levantó en el aire.
Tessa, que habÃa perdido el equilibrio, se puso sobria al instante. Miró al hombre con paciencia y supo muy bien lo que podrÃa pasar a continuación.
En un instante, se puso nerviosa y entró en pánico.
âYo no tomé el violÃn.â
Ella trató de desviar su atención y ganar tiempo.
Sin embargo, a Nicholas no le importaba en absoluto. âAlguien vendrá a limpiar este lugar más tardeâ.
Después de eso, la cargó y se alejó.
De vuelta en la habitación, Tessa miró la gran cama que se acercaba. Su corazón nervioso saltó a su garganta y todo su cuerpo estaba rÃgido.
Al momento siguiente, la colocaron en la cama y una sombra oscura la presionó.
Nicholas estaba apoyado contra Tessa y, naturalmente, era consciente de su cuerpo tenso.
Reprimió el impulso de su cuerpo y besó sus cejas suavemente antes de hablar con una voz sexy y ronca. âNo tengas miedo, ¿de acuerdo?â
Tessa miró las venas azules en la frente de Nicholas que sobresalÃan debido a su paciente resistencia. Su corazón se movió de repente, como si no tuviera nada que temer.
Ella asintió levemente, como si le estuviera dando a Nicholas algún tipo de señal.
El aire de la habitación aumentó repentinamente de temperatura.
En el banquete, Greg no estaba contento porque lo habÃan dejado atrás. También querÃa vivir con la tÃa Tessa y darle regalos también.
âPapá es muy grosero. Papá malo, papá apestosoâ, regañó a su papá con ira mientras hacÃa un puchero.
Edward y Timothy se rieron cuando vieron esto.
âEstá bien, Greg. No te enojes. Tu papá volverá con tu tÃa Tessa en un ratoâ, Edward engatusó al niño, pero no sirvió de mucho.
âPapá fue el primero en sorprender a la señorita Tessa, asà que ya no puedo sorprenderla con mi regaloâ. Gregory se cruzó de brazos e hizo un puchero suavemente.
Su pequeña apariencia simplemente hizo que la gente pensara que era adorable.
Mientras Timothy estaba afectado por su ternura, se agachó y lo engatusó: âEntonces, te llevaré a la habitación de la señorita Tessa y le daremos una sorpresa mientras esperamos que regrese. ¿De acuerdo?â