Chapter Capítulo 249
La mamá de mi hijo será mi mujer
CapÃtulo 249 Después de eso, Silas, con sus guardaespaldas agarrando a Henry, salió de la oficina con la frente en alto.
Al ver que Silas y su grupo se iban con gran vigor, un empleado preguntó preocupado: âJefe, ¿realmente tenemos que entregárselo?â
Aunque era reacio a regalar su software, estos dos jefes siempre los habÃan tratado bien e incluso los protegieron antes al recibir una paliza.
Si su jefe le habÃa ordenado que le entregara el software, tampoco era imposible.
Timothy se limpió la sangre de las comisuras de los labios. âNo eran. Tengo una forma de salvar a Henry. Continúe con su trabajo. Voy a salir por un tiempo.
Con eso, tomó las llaves de su auto y salió de la oficina antes de correr hacia Sawyer Group.
¡Necesitaba una explicación para este asunto!
Antes de que Silas fuera con Timothy, le dijo a su preciosa hija que encontrara fallas en Tessa al mismo tiempo. No tenÃa sentido retrasar una tarea tan simple.
Esta vez, querÃa que los hermanos supieran cuán capaces eran.
Sophia tenÃa un rencor de larga data contra Tessa; ahora que tenÃa tal oportunidad de tratar con ella, era naturalmente imposible para ella simplemente dejar ir a Tessa.
Sin embargo, Tessa ya se habÃa mudado, por lo que ciertamente no la encontrarÃan allÃ. La Orquesta del Coro Celestial ya la habÃa despedido, por lo que no podrÃa ubicar a Tessa en ninguno de estos dos lugares.
Decidiendo intentarlo, llamó a Queenie. âQueenie, soy SofÃa. ¿Sabes adónde fue Tessa?
â¿Tessa? Oh, se ha ido, asà que ¿por qué deberÃa prestar atención a un subordinado derrotado? Después de haber sido tan profundamente humillado, Brentwood no tiene lugar para ella. Si aún no se ha ido, entonces probablemente esté escondida en una esquinaâ. Queenie resopló con desdén.
âEntonces, ¿alguien en tu orquesta tiene una buena relación con ella?â preguntó SofÃa.
A Queenie no le importaba quién en la orquesta tenÃa una buena relación con Tessa. Solo le preocupaba si podrÃa permanecer como violinista de primera silla. Ahora que su competidora, Tessa, se habÃa ido, ya nadie podÃa amenazar su estatus y se habÃa vuelto aún más arroganteâ.
â¿Tener una buena relación con ella? No lo sé. ¿Por qué la buscas?
Sophia no tenÃa nada que decir sobre la actitud de Queenie, pero de todos modos, ambos odiaban a la misma persona, asà que después de hablar mal de Tessa por un tiempo, colgaron el teléfono.
Dado que la orquesta no sabÃa a dónde iba, Timothy definitivamente no lo dirÃa incluso si ella le preguntaba, por lo que solo podÃa pensar en otras formas.
Después de reflexionar por un momento, Sophia tomó su teléfono nuevamente, luego encontró a un investigador privado y les dio la foto de Tessa mientras ofrecÃa una gran recompensa por encontrarla dentro de un perÃodo de tiempo limitado.
Efectivamente, el investigador privado no tardó mucho en encontrar la dirección de Tessa, Regal Gardens.
Cuando Sophia vio el nombre, apretó los dientes con odio.
Tessa se habÃa llevado el apartamento de Sophia la última vez y ahora se habÃa mudado a una zona residencial de lujo en un abrir y cerrar de ojos . Ella es sólo una perra barata , asà que , ¿ qué derecho tiene para quedarse en un lugar tan bueno ? _ _ _ _ Debe haberse liado con otro hombre . _ _ Realmente debo humillarla . _ _ _tiempo !
Reunió a sus guardaespaldas y fue a bloquear la entrada de la zona residencial.
En la entrada de Regal Gardens, Scott caminó junto a Tessa y sonrió: âSe puede ver que le gustas mucho al director musical y has estado progresando rápido últimamente. Creo que con el tiempo, estarás en el escenario de la Orquesta de BerlÃn y ofrecerás una actuación de clase mundialâ.
Sintió que habÃa desenterrado un tesoro. Con el talento de Tessa y su actitud trabajadora, pensó que estarÃa en el escenario antes de lo que esperaba.
Tessa le devolvió la sonrisa. âTengo que agradecerte por la introducción, asà como por la guÃa del maestro de orquestaâ.
âTessa, ha pasado mucho tiempo desde la última vez que te viâ. Sophia se burló después de saltar desde el lado.
Cuando Tessa vio al intruso, la sonrisa en las comisuras de sus labios se congeló cuando dijo con frialdad: â¿Qué estás haciendo aquÃ?â
â¿Qué más puedo hacer aquÃ? Te estaba esperando. Escuché que perdiste tu trabajo, asà que hice un viaje aquà a propósito para visitarte. Quién hubiera pensado... Tsk, tsk. Este debe ser tu nuevo novio. Hola, soy SofÃa.â
Las comisuras de los labios de Sophia se levantaron ligeramente y su mirada escrutadora recorrió a Tessa y Scott antes de aterrizar finalmente en su rostro.