Chapter Capítulo 212
La mamá de mi hijo será mi mujer
CapÃtulo 212 Aparte de él... ¿quién más podrÃa ser? ¿Es realmente EstefanÃa? Tessa no podÃa estar segura de que fuera Stefania. Aunque prometió dejar a Gregory, no podÃa negar haberlo visto tres veces más desde entonces. Era posible que Stefania quisiera vengarse.
Sin embargo, este asunto era muy extraño. Era demasiado complicado, lo que la deprimÃa. HabÃa estado reflexionando sobre este asunto durante medio dÃa, pero sus esfuerzos fueron en vano. Ni siquiera podÃa estar segura de quién la estaba atacando. Solo habÃa una cosa de la que podÃa estar segura: la mente maestra detrás de este incidente era alguien de la familia Sawyer.
Si ofendà a alguien o no hice un buen trabajo, ¿por qué no me lo dijeron? ¿Por qué no podemos hablar las cosas pacÃficamente? Es otro asunto completamente diferente si no podemos llegar a un acuerdo pacÃfico. Pero, ni siquiera hablamos. ¿Por qué sacar trucos tan insidiosos de las sombras? La burguesÃa es realmente poderosa. Cuando afirman que quieren destruir a alguien, en realidad tienen la intención de destruir a esa persona.
Mientras hurgaba en sus pensamientos, se alejó de la acera peatonal en un desorientado y se paró a un lado de la carretera. Una fila de autos tocó la bocina y le gritaron enojados al pasar. Sin embargo, ella siguió caminando hacia adelante, como si no los escuchara.
De repente, alguien la agarró por el brazo y tiró de ella hacia atrás, con lo cual un automóvil la rozó por poco. Solo entonces ella volvió a sus sentidos. Miró a la persona que la jaló hacia atrás con confusión, casi como si no entendiera por qué esta persona la habÃa agarrado.
Esta persona resultó ser un joven apuesto. Llevaba un traje casual bien diseñado y se veÃa muy limpio y gentil. Su rostro era justo y amistoso, haciéndolo parecer más bien amable y elegante. Más importante aún, tenÃa la sensación de que le resultaba muy familiar. Era solo que no podÃa recordar dónde lo habÃa visto antes.
Después de que el hombre la ayudara a estabilizarse, finalmente se dio cuenta de que era grosero de su parte mirarla tan descaradamente. Por lo tanto, rápidamente se puso de pie correctamente. âGracias.â
Los suaves labios del hombre se curvaron en una sonrisa. âNo es nada. Pero no sueñe despierto mientras camina. Es muy peligroso.â
Ella asintió avergonzada. Ahora que lo pensaba, sintió una sensación de miedo persistente. No se habÃa dado cuenta del peligro que se avecinaba cuando el WIM coche pasó y siguió sumergida en su propio mundo. Si este hombre hubiera estado un paso más adelante, las consecuencias habrÃan sido desastrosas.
El hombre continuó: âTienes algunos rasguños. Deben ser tratados lo antes posibleâ.
Reaccionando a esas palabras, se miró el brazo y descubrió que efectivamente habÃa algunos rasguños. Era solo que no hablaban en serio. Ella no era una persona vanidosa; estas heridas no significaban nada para ella. Por lo tanto, ella le sonrió al hombre con gratitud. âEstá bien. Los trataré yo mismo cuando regrese. Gracias por tu ayuda ahora mismo. Si no hay nada más, me iré ahora.â
Cuando vio lo poco que ella se preocupaba por su propio cuerpo, inmediatamente frunció el ceño en respuesta. âLas mujeres deben apreciarse y cuidarse bien a sà mismas. Claramente no te tomas tu cuerpo en serio. Espera un poco. Mirando a su alrededor, finalmente encontró una farmacia relativamente grande cerca. Continuó: âVen con yo.â
Siguiendo su mirada, vio la farmacia e inmediatamente negó con la cabeza.
âNo hay necesidad. MuchÃsimas gracias.â
Sus heridas no eran tan graves como para necesitar ir a la farmacia. No tardarÃan en curarse solos, asà que no hubo necesidad de ir a la farmacia.
âNo lo dudes. Solo ven conmigo. No es como si fuera a venderte. El hombre rió suavemente. Haciendo como si no hubiera oÃdo su negativa, la tomó del brazo y caminó en dirección a la farmacia.
Puede parecer alto y delgado, a diferencia de los que hacen ejercicio con frecuencia, pero su agarre era tan fuerte que daba miedo. No importaba cuánto luchara, no podÃa sacar el brazo de su agarre. Por el contrario, sus luchas lastimaron su brazo.
No parecÃa que fuera una mala persona. Además, él la rescató hace un momento. Si ella continuaba negándose después de lo que dijo, parecerÃa que no apreciaba su ayuda. Por lo tanto, suspiró para sà misma en su corazón. Me pregunto de dónde vino este transeúnte entusiasta. OlvÃdalo. Es solo comprar una medicina. Bien podrÃa ir con él.