Capítulo 632

Capítulo 632

Magda se quedó sorprendida por un momento, giró la cabeza y vio que un joven, vestido con elegancia, se acercaba.

El joven llegó hasta donde estaba Jazmín y con respeto dijo: “Srta. Jazmín, todo está listo. Solo esperamos por usted.”

Su tono era respetuoso pero se notaba un aire de ansiedad.

Al ver al joven, Jazmín dejó de prestarle atención a Magda y Santiago, asintió con la cabeza y dijo con seriedad: “Bien, vámonos.”

Luego de decirlo, ella se adelantó.

El joven la siguió de cerca.

Ambos caminaban rápidamente.

Pronto, entraron al ascensor.

Magda, al ver que Jazmín se iba así nomás, mordió su labio, furiosa, y dijo: “¿Viste su actitud? Todavía tiene el descaro de decir que no confiamos en ella.”

“Déjalo.” Santiago suspiró, “Ya nos cortó toda relación. No vale la pena enfermarse por alguien que ya es un extraño.”

“Ahora sabemos que es una ingrata, mejor alejarnos de ella.”

Magda abrió la boca, queriendo añadir algo más.

En ese momento, un grupo de doctores vestidos de blanco pasó apresuradamente por su lado.

Con paso veloz.

Cuando dos doctores pasaron junto a Magda, ella escuchó su conversación.

Un doctor dijo: “Escuché que Emiliano trajo a una experta para su cirugía. Todos tendremos que colaborar con ese experto.”

El otro doctor dijo: “Ni idea de cómo será esa experta, hasta el director tiene que asistirle.”

Los doctores se alejaron rápidamente, y a los pocos segundos, ya estaban lejos.

No se pudo escuchar más de su charla.

Magda, con una expresión atónita, giró hacia Santiago, sorprendida: “¿El Emiliano

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del que hablaban, será el gran maestro de piano?”

Santiago también había escuchado la conversación de los doctores, igual de asombrado dijo. “Habia oido que Emiliano llegó temprano a Nebliña, ¿será él?”

“Debe ser ” Magda pensó un momento y analizó, “Solo el maestro Emiliano recibiría ese trato.”

De repente, como si se le ocurriera algo, su expresión cambió drásticamente, y frunció el ceño: “¿Será que Jazmin apareció en el hospital porque se enteró y vino por Emiliano?”

En este momento, Jazmín debería estar en clases.

Pero aquí estaban, viéndola en el hospital.

Santiago dudó: “¿Jazmín vino por Emiliano? Pero si Emiliano es un maestro de música y Jazmín no tiene vena musical, ni estudia música, ¿qué hace aquí?”

“¿Quién sabe!” Magda, ahora hablando de Jazmín, lo hacía con desdén, “Quizás se enteró de que Greta podría convertirse en discípula de Emiliano, y por envidia, está buscando cómo arruinarle la oportunidad a Greta con alguna maldad.”

Santiago apretó los labios, sin responder.

Le parecía que la razón era demasiado forzada.

No tenía sentido.

Viendo lo apurados que estaban los doctores, y hablando de una cirugía, la enfermedad de Emiliano debía ser grave.

Incluso si Jazmín tuviera esos pensamientos, no elegiría este momento.

No estaba muy interesado en por qué Jazmín estaba en el hospital; lo que realmente le preocupaba era otra cosa.

“Magda, dejemos eso de lado. Lo que me llamó la atención es que dijeron que trajeron a una experta para la cirugía de Emiliano, hasta el director tiene que asistir.”

“Eso demuestra que la experta debe ser realmente buena en lo