Niña en sus ojos Reina en su tierra Capítulo 211
Niña en sus ojos Reina en su tierra (Jazmín) novela completa
CapÃtulo 211
A diferencia de Ello, Gautier tenia un historial amoroso bastante movido antes de romperse la plema, cambiando de novia como quien cambia de camisa. Su lista de exnovias em tan larga que ni siquiera podÃa contarlas en los dedos de ambas manos.
La suerte en el amor de Gautier solo comenzó a desvanecerse después de que se rompió la pierna y comenzaron los rumores de que su familia lo desheredaria.
Jazmin sabia que él estaba bromeando.
Pero le respondió seriamente de todos modos: âSi, hubo problemas, pero fue debido a problemas intemos de los Cuito, no porque alguien más haya intervenido. Además, la suerte de los descendientes de los Culto es muy fuerte, asà que no importa lo dañados que estén, no los afectará muchoâ.
Lo que no dijo fue: A diferencia de ustedes, los Real, que con un mal movimiento podrian acabarse
Elio se tio suavemente: âSeñorita Jazmin, siendo tan astuta, ¿podria calcular mi futuro en cuanto a descendencia? ¿Tendré muchos hijos y nietos, o serán escasos?â
Jazmin fruncid el ceño: â¿Hablas en serio, Sr. Elio?â
âPor supuesto.â Elio bajo la mirada hacia Jazmin, sus ojos brillaron levemente mientras caminaban hombro con hombro, hablándole en voz baja para que solo ambos pudieran escuchar, âNo dejaré que me hagas el cálculo gratis, puedes cobrarme.â
Al escucharlo, Jazmin quiso ponérselo dificil, diciendo al azar un precio lógico: âDiez millones, quiero el pago al momento.â
âDe acuerdoâ Para su sorpresa, él aceptó sin dudar, âMi billetera está contigo, cualquier tarjeta dentro tiene un limite que supera los diez millones.
âElige la que te guste, te la regalo. Considerémoslo mi tarifa de cálculo.â
Jazmin se detuvo.
Levantó la cabeza, sorprendida, mirando a Elio, pensando que estaba bromeando, pero se encontró con sus ojos profundos y serios
Como un abismo, sus ojos oscuros la miraban, extrañamente oscuros y profundos.
No habla rastro de broma en ellos.
El estaba hablando en serio acerca de darle una de sus tarjetas.
Para un hombre con la riqueza de Elio, cualquier tarjeta negra contenÃa una suma asombrosa.
Para ellos era normal andar con tanto dinero encima.
Pero Jazmin sabia que no existe nada que sea gratis.
Ãl, que a
apenas habÃa visto unas pocas veces, no tendrÃa razón para ser tan generos con ella sin motivo,
Entonces, ¿por qué Elio hacia esto?
¿Le estaba agradeciendo por haber curado a su abuelo?
Por un momento, esa ansiedad, ese pánico, esa sensación incontrolable volvió a surgir.
âSeñorita Jazmin, Sr. Elio, el señor está adentro esperándolos, por favor pasen.â
En ese momento, el hombre que guiaba el camino habló repentinamente, rompiendo la tensa atmósfera entre los dos.
En ese momento, Jazmin casi sintió un alivio.
Elio retiró su mirada, pero en sus ojos habÃa un destello de determinación.
Hay cosas a
que, si no sabes, puedes dejar pasar.
Pero ahora que él lo sabia, no podia dejar pagar esta oportunidad que el destino habla puesto frente a él.
No importaba que ella fuera algunos años menor que él.
Podia esperar.
Y tenia la paciencia para hacerlo.
âAbuelo Culto, tanto tiempo sin verds, espero que esté bien.â
En la sala, habÃa un anciano de unos sesenta años, con la mayor parte de su cabello ya canoso.
El anciano estaba bien vestido, y tanto su apariencia como su presencia eran distinguidas, dejando claro que en su juventud habia sido un galán capaz de hacer suspirar a más de una joven,