Niña en sus ojos Reina en su tierra Capítulo 125
Niña en sus ojos Reina en su tierra (Jazmín) novela completa
CapÃtulo 125
Elio no pudo evitar mostrar una sonrisa leve Junca has usado vestido antes?â
No, no uso vestidos, le respondió Jazmin con un aire despreocupado, mientras la manga de su sudadera se deslizaba, Su voz sonaba perezosa. Tu asistente me compró un montón de vestidos, asà que no tenia otra cosa que ponerme. Aún tengo algunas con etiquetas, te las devolveré
Los pantalones a juego con la sudadera tenÃan una abertura lateral que dejaba ver parte de su esbelta
pierna.
Esa porción de pierna era tan delicada y fina, como la miel bajo el sol.
Elio la miró de reojo.
Con una mirada serena, sus ojos se posaron en esa zona, se detuvieron unos segundos y luego, sin alterarse, desvió la vista.
Le sirvió una taza de café a JazmÃn y extendió la taza hacia ella. âNo es necesario que me devuelvas nada. Lo que doy, no lo reclamo. Si no te gusta, puedes hacer con ellos lo que quieras.â
âOh, está bien,â Jazmin levantó las cejas ligeramente, sin ninguna cortesia. âEntonces los vendere.â
Elio era generoso.
La ropa que le habÃa comprado podia venderse por un buen dinero de segunda mano.
Jazmin no necesitaba dinero.
Pero nadie rechaza el dinero.
Aunque sea poco, todo suma.
âClaro, como gustes, le dijo Elio, su mirada fria siempre estaba sobre ella, observando su rostro delicado y bonito, su voz era baja y seductora, âAcabo de preparar este café, ¿qué tal te parece?â
Era un café hecho por el mismo Elio, Jazmin debÃa probarlo por cortesia.
Tomó un sorbo y le dijo, âMmm, está bien.â
Era una valoración hecha sin mucho entusiasmo.
Elio soltó una risa contenida, su risa sonaba tan atractiva como su voz, âParece que no te gusta mucho el
café
â¿Quién dice?â Jazmin contestó muy seria, âMe gusta bastante el café con leche.â
â¿Café con leche?â
âSI
âNo tenemos aqui. Pero si te gusta, puedo mandar a alguien a comprarlo.â
âNo hace falta,â Jazmin le guiñó un ojo, âMás que el café, estoy interesada en la cocina del chef de Las Delicias. Hoy también es gracias a usted que puedo venir a este lugar legendario a probar sus delicias.*
Jazmin no esperaba que Elio realmente la llevara a Las Delicias a comer.
La familia Real de Paxsi no en vano era la más prestigiosa.
Lo que para otros era inalcanzable, para la familia Real parecia no ser gran cosa.
La mirada de Elio era profunda, fijándose en sus ojos, su voz sonaba muy agradable, âEntonces yo también
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debo agradecer al dueño del lugar por darme la oportunidad de venir aqui contigo a disfrutar de una buena comida.â
â¡Cof, coflâ Jazmin, que acababa de tomar un sorbo de café, se atragantó un poco.
Su rostro también se sintió inesperadamente callente.
No le gustaba sentir que no tenia el control.
JazmÃn frunció el ceño con delicadeza, sus ojos orgullosos mostraban un poco de irritación, y con un tono de voz algo molesto le preguntó: âElio, ¿qué es lo que realmente quieres?â
Si tenia algo que decirle, era mejor que lo dijera directamente.
No habia necesidad de hacer el ambiente tan incómodo.
âSeñorita Jazmin, ¿qué le pasaâ¦?â
Mirando a Jazmin, que de repente se habÃa molestado, Elio seguÃa manteniendo su buen humor, su voz era suave y su boca mostraba una sonrisa de elegancia distinguida.
Jazmin estaba cansada de tanto rodeo, dejó la taza de café en la mesa bruscamente, se levantó y acercó su rostro delicado al suyo, su aliento cálido y húmedo tocó la comisura de los labios de Elio.
Capitulo 126
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