Capítulo 16
Amor en Bucle con el Señor Bécquer novela completa
CapÃtulo 16
Después de terminar su trabajo, Flynn rechazó algunas invitaciones de cenar y se fue solo en carro al restaurante.
A las 8 de la noche, la hora más concurrida del restaurante, Clara estaba tocando el piano.
Esa noche llevaba un largo vestido gris, mostrando sutilmente sus hombros, su largo cabello suave caÃa sobre su cintura, se veÃa muy hermosa, llena de un aire romántico.
Flynn la observó en silencio a través del vidrio del carro durante unos diez minutos antes de salir del carro y entrar al lugar. Ordenó algo de comida y se apoyó casualmente en el respaldo de su silla, continuando escuchando a Clara tocar el piano.
Notó que de vez en cuando, los hombres se acercaban a hablar con ella, evidentemente atraÃdos por su encanto. Pero ella siempre los rechazaba amablemente.
Durante el descanso, Clara recibió una tarjeta de presentación. ConsultorÃa Aurea Legal, abogado Flynnâ
Clara se dio la vuelta y allà estaba Flynn. Estaba sentado en un rincón, con un aperitivo en la mano, se veÃa muy guapo y distinguido, pero no querÃa tener mucho contacto con él, pero tampoco querÃa ofenderlo. Asà que fue a su mesa: âBuenas noches, abogado Bécquerâ.
Flynn asintió levemente, invitándola a sentarse.
Apenas Clara se sentó, él notó una nueva marca de inyección en el dorso de su mano, supuso que podrÃa ser el resultado de un resfriado por la lluvia de la noche anterior.
âSrta. Castillo, ¿ya comiste? Comamos algo juntosâ. Flynn se mostró muy serio, completamente diferente a cuando entregó su tarjeta.
Clara dejó la tarjeta en la mesa y dijo con cierta incomodidad: âEl restaurante tiene reglas para los empleados, no podemos comer con los clientes durante las horas de trabajoâ.
Flynn no miró la tarjeta y le preguntó directamente: â¿Y después del trabajo? ¿Tienes tiempo para tomar algo conmigo, Srta. Castillo?â.
La intención de su pregunta era evidente. Si aceptaba salir con él, podrÃa resolver su situación del momento rápidamente y ya no necesitarÃa trabajar tanto para ganar dinero. Pero eso era solo un juego entre un hombre y una mujer, Flynn pensó que, si Clara habÃa estado con Raúl antes, no le importarÃa
esto.
Además, las dos veces que se abrazaron, Clara también mostró sentimientos, pero Clara ni siquiera lo consideró.
No sabÃa por qué Flynn de repente se interesó en ella. Ella conocÃa su situación y eligió cuidadosamente sus palabras para no ofenderlo: âAbogado Bécquer, agradezco su ayuda con el asunto de mi padre, encontraré una manera de devolverle el favorâ.
Flynn se sorprendió un poco. Entendió su mensaje, ella no querÃa tener ningún tipo de relación con él.
¡El dinero no podÃa persuadir a esa mujer!
Flynn tampoco estaba particularmente interesado en ella, solo se sintió atraÃdo por cómo tocaba el piano tranquilamente, y por naturaleza, los hombres siempre estaban tentados a imaginar cómo serÃa tener algo que nunca habÃan tenido.
Flynn guardó su tarjeta, se mostró muy caballeroso y no mostró ninguna señal de estar molesto. Clara le agradeció en voz baja, mostrándose muy humilde.
Justo cuando el ambiente se volvió incómodo, Luka llegó con una muchacha de unos dieciséis años.
âFlynn!â. Luka lo llamó con familiaridad, sin mostrar ninguna señal de competitividad masculina.
Flynn le indicó que se sentara y Luka, sintiéndose aliviado, comenzó a presentar a su hermana a Clara: âEsta es mi hermana Miranda Villas, es muy talentosa con el piano, ¡solo le falta un buen profesor de piano! ¿PodrÃas tomarla como tu alumna, Clara?â.
Eso puso a Clara en una situación incómoda.
El pequeño truco de Luka no le importaba a Flynn, sacó 200 dólares de su billetera y los dejó en la mesa diciendo: âSrta. Castillo, como parece que tienes asuntos importantes que atender, no te molestaré más. Hasta luegoâ.
Por cortesia, Clara lo acompañó hasta la puerta del restaurante. Flynn no se quedó mucho tiempo, se subió a su carro, asintió en señal de despedida y se fue
Su comportamiento era elegante, su carácter distinguido, no parecÃa alguien que viniera para jugar al póker ni juegos de azar.