Capítulo 13
Amor en Bucle con el Señor Bécquer novela completa
CapÃtulo 13
Clara fue llevada al hospital por Luka, A él le gustaba preocuparse, asà que incluso con una herida pequeña, se quedó en el hospital por dos horas.
Cuando llevó a Clara a casa, ya eran las nueve de la noche.
Ella estaba molesta, pero aun asà se disculpó, âHoy te molesté, lo siento mucho, Luka.â
La situación de Luka era más complicada que la de ella. Pensó que después de que Clara rompiera con Raúl, tendrÃa una oportunidad, pero no esperaba que Flynn apareciera de repente.
Flynn parecÃa serio en la superficie, pero no pasó mucho tiempo antes de que le echara un vistazo a Clara, Luka no era ciego, obviamente se dio cuenta. No se atrevÃa a competir abiertamente con Flynn.
La familia Bécquer tenia una alta posición en Bogotá, Flynn era una persona difÃcil de manejar, Luka querÃa algo serio con Clara, pero no querÃa involucrar a toda su familia por su amor.
La miró y le dijo en broma, âClara, ¿qué tal si consideramos estar juntos si ambos seguimos solteros en unos años?â
Después del recordatorio de Flynn, Clara adivinó un poco lo que él estaba pensando. No queria meter a Luka en problemas.
Negó con la cabeza y dijo, âLuka, cuando salga mi papá, probablemente me ire de Bogotá, yo, no tengo esas ideas por ahora.â
Luka la miró en silencio.
De repente se rio, se veÃa muy lindo, âSolo estaba bromeando! ¿Lo tomaste en serio? Hace un poco de frÃo⦠¡Entra rápido! No te preocupes por lo de tu papá, hablaré con mi papá otra vez.â
Clara le agradeció por no ser explÃcito.
Cuando Clara salió del coche, Luka de repente la llamó, â¡Clara!â
Se giró para mirarlo. Luka se quedó en el coche, le hizo señas. Por alguna razón, los ojos de Clara se humedecieron.
Vio cómo él coche se alejaba, luego entró a casa. Tal vez porque la bombilla estaba rota, la luz en el primer piso era muy tenue, Clara sacó su teléfono para encender la luz.
De repente, alguien la abrazó fuertemente por detrás y su boca también fue cubierta por una cálida palma. En el caos, fue arrastrada hasta las escaleras de la salida de emergencia. âMmm⦠¡Suéltame!â
El hombre movió su mano y luego algo cálido cubrió sus labios. El familiar aroma masculino dejó atónita a Clara.
Era Raúl.
Clara apretó los labios y le dio una fuerte bofetada, con un sonido âZasâ, todas las luces alrededor se encendieron de repente.
Clara usó toda su energÃa, se apoyó en la pared y jadeó con todas sus fuerzas, como un pez a punto de asfixiarse.
La cara de Raúl se oscureció. â¿Eres tan desvergonzada, que puedes estar con cualquiera?â
Clara levantó la cabeza con los ojos llenos de lágrimas. Se rio, â¡SÃ! ¡Soy desvergonzada! Puedo estar con cualquiera excepto contigo. Raúl, ¿estás satisfecho con esta respuesta?â
La cara de Raúl se oscureció aún más. Agarró el cuello de Clara, las venas de su frente latÃan.
â¡Te atreves!â
â¿Por qué no me atreverÃa? Raúl, me dejaste, ¿qué no me atreverÃa a hacer?â
Raúl de repente la soltó. Sacó una caja de cigarrillos, pero descubrió que la caja estaba vacÃa. Tiró la caja de cigarrillos al suelo, luego volvió a mirar a Clara, âVete de Bogotá! Te compraré una villa, tu papá también estará bien.â
Clara estaba temblando de ira. Tembló los labios y preguntó: â¿Planificaste todo esto para hacerme tu amante? Raúl, jeres tan cruel!â
Ãl respondió con indiferencia: âClara, no hay nada bueno en ser mi enemigo. Tengo muchas formas de lidiar contigo.â
Maite apareció en el pasillo, sosteniendo una escoba. Golpeó a Raúl varias veces con ella.
Debido a que era mujer, Raúl no peleó con Maite.
Maite jadeaba de ira. âEres un desgraciado! ¡Si vuelves a molestar a Clara, te mataré!â
Los ojos de Clara estaban llenos de lágrimas.
Maite se giró y dijo en voz baja: âNosotros, la familia Castillo, no venderÃamos a nuestra hija.â
Raúl se rio con desprecio al otro lado.
¡Ja! No venderÃa a su hijaâ¦